«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

‘Se está acabando con la inocencia de los niños’

Imagen de un aula

Este centro jurídico denuncia que hay ropa, juguetes, series de televisión y planes de estudios en los que la ideología de género gana terreno que inoculan de forma sutil el erotismo prematuro en el mundo infantil.

El Centro Jurídico Tomás Moro (CJTM) alerta que de forma inadvertida “algunos centros de poder político y mediático, y agencias de publicidad están fomentando, de manera activa, la hipersexualización de la infancia”, y se está acabando con la inocencia de los más pequeños, robándoles su niñez.
Define como hipersexualización infantil la tendencia a enfatizar entre los menores el valor sexual de la persona por encima de cualquier otra cualidad definitoria, así como el fomento entre los mismos de las relaciones sexuales tempranas.
Este centro jurídico advierte de que hay ropa, juguetes, series de televisión y planes de estudios en los que la ideología de género gana terreno, que inoculan de forma sutil el erotismo prematuro en el mundo infantil, creando entre los menores grandes peligros para su salud física y mental presente y futura. También avisa de que la difusión entre los menores de la perspectiva de género está aumentando “la probabilidad de abuso sexual y maltrato psicológico”.
Advierte de este riesgo a los padres y llama a salvar a los pequeños de la «nefasta influencia de los planes educativos y de algunos los medios de comunicación». Denuncia que en la actualidad se forma a los menores en la pérdida del pudor y el establecimiento de relaciones sexuales tempranas, y se les transmite así una imagen banal de las relaciones sexuales, que dejan de ser relaciones afectivas enriquecedoras para ser sólo una sexualidad genital narcisista.
«De esta forma los menores aprenden a valorarse únicamente por su atractivo físico, que además debe ajustarse a unos cánones insanos», manifiesta.
Otro de los peligros de los que advierte es que se fomenta entre los menores la incertidumbre sobre la identidad sexual, dando lugar a trastornos de la personalidad.
Señala que en todas las comunidades autónomas se están aprobando leyes educativas con objeto de implantar en las aulas la ideología política de género, y que tal ideología, “contraria a toda evidencia científica y moral, transmite a los menores la confusión sobre su propio sexo al enseñarles que el sexo genital, biológico y genético debe someterse al psicológico”. “Que lo importante no es el sexo que se tenga, sino el que psicológicamente cada uno sienta”, añade.
El Tomás Moro dice que lo más grave es que se presentan estas nuevas “alternativas sexuales” como las socialmente más respetables, y ello en plena adolescencia, cuando todavía es alta la indefinición sexual, y cuando el menor busca desmedidamente la notoriedad y el éxito social.
Por otra parte, subraya que “se ocultan los riesgos de las prácticas homosexuales” para “normalizar las relaciones homosexuales, cuando son minoritarias estadísticamente”.
Este centro jurídico considera que la preponderancia de estos perfiles en la publicidad, en las series televisivas y en los programas educativos transmiten la falsa idea de que dichas relaciones son habituales y estadísticamente equiparables a las relaciones heterosexuales.
Cree que “se ocultan los estudios que indican el aumento de los riesgos para la salud de tales prácticas”, como “la mayor incidencia de depresiones, trastornos de ansiedad, consumo de alcohol, drogas y abuso de medicamentos, y de enfermedades de transmisión sexual”.
Otro de los peligros que detecta es que “se fomenta el modelo de hombre y mujer-objeto”. Denuncia que en la publicidad de nuestras calles y en los programas televisivos se presentan hombres y mujeres objeto y se enseña a los niños que la identidad personal y la autoestima se construyen tomando como base la apariencia y, por tanto, “se difunde la construcción de la identidad personal sostenida en valores superficiales y sesgados”.
También considera que “se incentivan las relaciones sexuales precoces”, que no sólo suponen un riesgo para su salud física, sino que ante todo son un riesgo para su salud mental, al distorsionar los tiempos necesarios para la maduración personal.
Afirma que consecuencia de ello son los numerosos embarazos de adolescentes, a los que “como única solución se les ofrece el aborto, ocultando sus ‘efectos secundarios’, tanto morales como físicos”, y apunta que pocas mujeres conocen el aumento del riesgo de cáncer en razón a la realización de un aborto provocado.
Por último, destaca que los padres tienen la obligación insustituible de “salvar a los menores de la nefasta influencia de los planes educativos y de los medios de comunicación”. Por su parte, el Centro Jurídico Tomás Moro ha lanzado un folleto en colaboración con la Plataforma Mayoría Social para denunciar ante la opinión pública “la pasividad que mantienen los poderes políticos en la defensa de los derechos de la infancia” y tratar así de combatir esta situación.

¿Por qué se gestó la Plataforma Mayoría Social?

El Centro Jurídico Tomás Moro ha impulsado esta plataforma “para reconquistar nuestra libertad civil, “reivindicar la devolución a la sociedad del poder y los derechos que a lo largo del tiempo nos fue arrebatando por el poder político”. Cuenta con el apoyo de otras asociaciones civiles.

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Este centro jurídico destaca que es notorio que la mayoría social se encuentra distanciada de la España oficial, que la administración y los partidos han tomado como regla de conducta la ofensa y represión de los sentimientos naturales más queridos por los españoles”. Apunta que poco a poco el poder ha ido ahogando la soberanía social, y “movido por intereses espurios que durante mucho tiempo trató de mantener ocultos, está empeñado en privarnos de nuestro derecho a ser nosotros mismos”.
Lamenta que los españoles “hemos permanecido anestesiados durante decenios” y “deslumbrados por el crecimiento económico, toleramos, al principio confiadamente y después con resignación, ser desposeídos de nuestro derecho a determinar nuestro futuro”.
No obstante, remarca que no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son, y que tras estos lustros de adormecimiento, “España se despereza con ansias de ser lo que nos merecemos ser”.
Un grupo de españoles que viven al margen de puestos oficiales y de subvenciones públicas se han revelado para reconquistar nuestra libertad civil, y desde el Centro Jurídico Tomás Moro, contando con el apoyo de ciudadanos desinteresados, han lanzado esta plataforma “para hacer valer nuestros principios y derechos”.
Reclama que se reconozcan los derechos de la soberanía social. Esto es que que la existencia de la sociedad es previa a la existencia del poder político, por lo que el poder político no puede anular la soberanía social, sino que debe respetarla e incentivarla.
También destaca que la soberanía social se organiza naturalmente a través de múltiples asociaciones (familias, municipios, regiones, asociaciones, universidades, agrupaciones laborales, etc.) que tienen unos derechos propios y un campo de acción en el que el poder político no puede inmiscuirse.
Desde esta plataforma se quiere motivar a la sociedad española para que sea proactiva en la defensa de sus derechos, y propondrá a la sociedad civil la realización de acciones, manifestaciones y concentraciones en defensa de los verdades intereses de la ciudadanía.
Considera que la regeneración de España o viene del pueblo español o no vendrá. El Centro Jurídico Tomás Moro busca fortalecer la sociedad para poder levantar un muro que nos proteja de las injerencias del poder político.
Quiere que la vida política se rija por nuestras antiguas tradiciones, aquellas que se resumían en el antiguo juramento de los reyes de Aragón: «Nos, que somos tanto como vos y todos juntos más que vos, os hacemos rey de Aragón, si juráis los fueros y si no, no», porque en la España de ahora, como en la España de entonces, el que ejerza el poder debe respetar nuestra identidad y nuestro ser, “y no esforzarse, como en estos últimos años, en dictar leyes para desdibujar nuestra identidad y desnaturalizarnos”.
Este es su manifiesto fundacional: http://www.mayoriasocial.com/manifiesto-fundacional/
Y estos los principios defendidos por la plataforma: http://www.mayoriasocial.com/principios/
 
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