La juez Alaya escribe que el fraude de los cursos de formación tiene una magnitud económica de 950 millones de euros. A pesar de que la juez ha estudiado la otorgación de tales ayudas públicas durante 3 años, es mucho dinero. Dicho en euros impresiona poco es menos de 1.000 millones, pero si recuerdan hablamos de 158.000 millones de pesetas. Como fraude es un océano.
A ese importe presunta, supuesta y probablemente defraudado, hay que sumarles los 157 millones en los que se estima el fraude por los ERE’s eso que la prensa “amiga” ha dado en llamar como “intrusos” que no es otra cosas que unos sinvergüenzas que chupaban los beneficios de empresas en crisis sin haber puesto un pie en ellas.
Qui prodest? Se preguntaban los romanos. Pues aquí se aprovechó la familia socialista, los viejos alcaldes del PSOE que eran desalojados de sus municipios, los sindicatos UGT y CC.OO. y, en general la izquierda trincante, sobrecogedora, choriza, traidora de sus ideales. Una izquierda reconvertida en “señorita”: la buena vida y el “me lo llevo por derecho”. Un sistema basado en el clientelismo más abyecto ¿Por qué no hay programas en las teles dedicados a la corrupción andaluza del PSOE-UGT y CC.OO.? … ¿El caso más grade de corrupción en España no merecerá un programa critico en las teles de “la ceja”?