«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
La Gaceta de la Iberosfera
Buscar
Cerrar este cuadro de búsqueda.
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Crítica de Steve Jobs: La máquina contra la película maldita

El tiempo quiso que Steve Jobs, uno de los grandes genios de nuestro tiempo, pasase a la historia con una imagen tan distorsionada como irreal. El contradictorio, visionario y, en ocasiones, déspota fundador de Apple es el protagonista de un curioso biopic del mismo nombre en el que el oscarizado guionista Aaron Sorkin y el director Danny Boyle se hacen cargo de forma notable de una ‘película maldita’ que abandonó David Fincher en sus fases iniciales y que Leonardo DiCaprio y Christian Bale también acabaron rechazando.

A pesar de la obvia falta de parecido entre Steve Jobs y Michael Fassbender, el actor supera la carencia con una interpretación magnífica del genio en toda su frialdad, su preferencia por el trabajo frente a la vida personal y su agresividad verbal fruto de la exigencia. La ‘onda expansiva’ Jobs, un huracán que lo arrasaba todo, es la clave de un biopic que abarca en tres actos la fijación de Steve Jobs por la creación de una belleza tecnológica imprescindible para el usuario desde el fracaso de Macintosh, la creación del sistema NeXT hasta el triunfo de iMac y el posterior esbozo de lo que sería el iPod.

/p>

Boyle se encarga de un estilo ágil para contar su interpretación de la trayectoria de un genio excéntrico que, en sus idas y venidas desde los años 80, tuvo la incesante obsesión de cambiar el mundo. Y, mientras, Sorkin lleva el peso de la película y crea un personaje real, difícilmente justificable en sus actos, que evoluciona tras los fracasos profesionales hasta encontrar un pequeño haz de redención en una conclusión en la que, al fin, Jobs se antoja humano. Apoyándole en todo el camino está la ejecutiva de marketing Joanna Hoffman, interpretada por una transparente Kate Winslet, el acertado contrapeso de la película en que ambos actores protagonistas, encarnando personajes opuestos, forman una pareja sólida y creíble.

No obstante, a pesar de contar con todos los elementos a su favor, Sorkin se aleja de lo que podría haber sido una película redonda en ‘Steve Jobs’ tras haber tomado, en primer lugar, la decisión de dejar fuera el nacimiento del iPod y del iPhone, hitos que consagraron a la compañía de Cupertino como líder y la acercaron a las masas. Vemos entonces a un Steve Jobs joven, retratado ya en una cierta cumbre de su carrera que, aunque vive altibajos, queda coja sin que la película entre en las razones personales que llevan al fundador de Apple a su falta de empatía. Observamos así la historia de un genio antipático con esbozos de una vida personal turbulenta que no llega a ser satisfactoria y una narración excesivamente insistente en el mal carácter de Steve Jobs a través de diálogos eficaces pero repetitivos durante tres actos que abarcan 15 años de su vida.

El Steve Jobs despiadado y ególatra -en una imagen que difiere de la simpatía que ha generado el personaje tras su fallecimiento en 2011- pero, al fin y al cabo, un genio, protagoniza una película que discurre entre bambalinas con un creador absolutamente complejo, más máquina que hombre, que pasó décadas luchando por su único amor, Apple.

Puntuación: 3,5/5

Leer más…

El Desafío (The Walk): La salvación del 3D

Macbeth: La coronación de Fassbender

El Despertar de la Fuerza’: Chewie, hemos vuelto

El puente de los espías, la brillante primacía del bien

TEMAS |
.
Fondo newsletter