Jordi Pujol hizo un comunicado de aceptación de responsabilidad de unas cuentas en la Banca Privada de Andorra, que el jefe de la asesoría jurídica puso en manos externas. Ese fue el detonante de un escándalo que tumbó al patriarca del catalanismo.
Sin embargo, voy a parafrasear a Tarradellas (cuando tenía de Pujol en el consejo de la Generalitat provisional) y le pilló con los ojos cerrados, adormilado: “Pujol no haga ver que piensa, que está echando la siesta”. Pues aquí lo mismo: Pujol no se haga el compungido por lo de Andorra, que Ud. dimite porque sabe lo que va a venir.
Lo de Andorra es una fruslería con las multimillonarias fortunas de sus hijos, que operaron durante décadas como élites extractivas de “el país” como si fueran los hijos de Obiang Nguema.
Lo de Andorra ha servido para quitarse de en medio con una mancha en el historial pequeña, lo que está por venir es un charco de mierda de proporciones cósmicas, que va a demostrar como fue el negocio de “La pasta nostra”. Esperen y vean.