«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Julia Otero, periodismo y 21-D en El Hormiguero

Destacaba Borges en sus conversaciones que la gente tuviera excesiva predilección por admirar las historias de personajes en las que lo único que quedaba como memorable y glorioso eran sus desdichas. Ayer fue “a divertirse” a El Hormiguero no “una de las sonrisas más bonitas” (que supongo que para Pablo Motos también), como le dijo a Garbiñe Muguruza, sí ”la más sensata, reconciliadora, coherente, la mejor… Julia Otero”, Motos dixit.
Demasiado huevo para tan poco chorizo. Es decir, Pablo Motos estuvo desaparecido en combate ante la superioridad de la periodista de Onda Cero. Pablo sólo acertaba a mirarla embobado, preso de la admiración que le profesa. Y, en las redes sociales los adoradores radiofónicos ampliaban los juegos florales “eso sí que es seny”. Hasta uno de sus colaboradores, el escritor Juan Gómez-Jurado, tuiteaba “¡voy a ver a Julia Otero en el Hormiguero!” para añadir “y lo guapa que está”. Hay que recordar que Julia Otero fue la primera persona que dio una oportunidad a nivel nacional a Motos, “veinticinco años hace ya”. La periodista, luciendo escote a lo Mercedes Milá, aprovechó una vez más para soltar el mitin político con las Elecciones catalanas casi en puertas. No es la primera vez. En su última aparición en plató, en 2015, ya invitó a todos los catalanes a votar, “yo quiero Referéndum, pero para votar que no”. Aún no les había dado tiempo a acomodar sus posaderas en las sillas hormigueras que ya estaban hablando de Cataluña y la Independencia: “Es importante que vayamos a votar todos los que no somos independentistas”.
Innumerables las veces que repitió que ella no es independentista: “La mitad de los ciudadanos que vivimos en Cataluña no contábamos para la Generalitat. Yo no cuento, como no soy independentista a mí no me cuentan. Ellos van a lo suyo, ese 50% no importa lo que pensemos. Pero desde el Estado tampoco importa lo que la mitad de la gente sí independentista opina en Cataluña. Y, no se puede vivir de espaldas a la realidad”. Para concluir con un “mi patria son las personas”, con todo el bucolismo de una novela de las hermanas Brontë. Con una verborrea digna de admiración  -“sé rápida, no seas poética”, dijo Granville-Baker a Cathleen Nesbitt-   trató sobre periodismo a propósito de las dos secciones que tanto éxito tienen en su programa, ‘Maldita hemeroteca’ y ‘Maldito bulo: “A la gente le gusta que le den la razón, por eso prefiere leer y escuchar medios que opinen lo mismo que ellos” (ella, periodista). Y, que “la verdad está perdiendo totalmente su valor. No hace falta decir y nombrar tanto el término ‘posverdad’, ya existe la palabra de toda la vida: mentira. Queremos tener la razón, queremos que nos den la razón siempre”. Ahí ya la credibilidad de los medios despeñándose por el sumidero de la precipitación. A Echegaray con aquello del Nobel (una nimiedad de nada, vamos) ya le cayó de todo por parte de Azorín, Baroja, Unamuno, los Machado, Rubén Darío, Maeztu… en aquel manifiesto acusándole de representar “a una España corroída por los prejuicios y la superchería”. Hoy es Twitter: “Twitter al principio no era como es actualmente. Hoy es odio, egoísmo, violencia. Es una barra de bar. La gente esputa lo que en su vida real seguro no hace”. En ese mismo momento, curiosamente, el alcalde Jun tuiteaba piropos a Otero, “disfrutando con la mejor comunicadora de este país”.
Julia Otero se comió con patatas a Pablo Motos y al programa. No hizo falta que atravesaran las cortinas ni los Piedrahita, ni los Marron, ni las pruebas estupefacientes de Pilar Rubio, ni Marta Hazas doblando bragas. Si a alguien se le estaba haciendo corto, Motos concluyó bajando las luces y “sin vesícula, ni bazo, ni medio metro de intestino, ni tiroides” Julia arrancándose por Parole, rememorando aquel Telepasión navideño (TVE) y su célebre (¿?) Blue Moon. Pablo Motos casi al borde del llanto por la emoción, su reina de las ondas lo había vuelto a enamorar. No sería extraño verla de nuevo en la pequeña pantalla. Al Alcalde de Jun le encantaría, “me encantó oírla en su momento interpretar Blue Moon, pero hoy con Parole, Parole ha sido brutal”, seguía tuiteando.
 
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