A veces una imagen y unas pocas palabras valen más que mil reflexiones
Iba yo dándole vueltas al último esperpento de los premios Goya. Esos que cada vez hay menos gente que ve, porque la verdad, resulta bastante aburrido el desfile de «artistas» progres soltándonos sus sermoncitos laicos sobre los tres o cuatro temas de marras, que con alguna variación siempre son los mismos. Pensaba en los Oscar, y en que a nadie se le ocurre allí soltarte el sermoncito progre ni subir con la pegatina tópica en la solapa.
En estas, me encuentro con la viñeta de El Roto en El País que reproduzco. Y me callo