Los 28.000 auxiliares de vuelo de American Airlines han afirmado en una carta dirigida al presidente de Boeing, Dennis Muilenburg, que sus vidas «no están en venta» en un momento en el que la manufacturera de aviones se encuentra inmersa en la crisis desatada por los accidentes del 737 MAX.
«Los 28.000 asistentes de vuelo que trabajan para American Airlines se niegan a subirse a un avión que puede no ser seguro y piden los mayores estándares de seguridad posibles para evitar otra tragedia», señala la misiva del sindicato Asociación de Asistentes de Vuelo Profesionales (AFPA, sus siglas en inglés).
Según revelan este viernes medios locales, la organización, que agrupa a los asistentes de vuelo de American Airlines, señala estar «profundamente preocupada por el relanzamiento del 737 MAX», un modelo de avión que quedó suspendido a nivel global tras detectarse que deficiencias en su software habían causado los siniestros.
«Lo que está en juego es muy importante. Nuestras vidas no están en venta», zanja la carta, firmada por la presidenta de la AFPA, Lori Bassani.
El texto también señala que los auxiliares de vuelo son sólo una parte de las cientos de miles de personas afectadas por los «peligrosos problemas del 737 MAX», y apunta que la honestidad de Muilenberg sobre la seguridad y la viabilidad futura del avión es «extremadamente importante» para ellos.
Subraya además el hecho de que «aun se están recibiendo respuestas a preguntas de por qué se perdieron vidas de manera innecesaria», y afirma que el sindicato examinará «todas las variables posibles» al analizar cómo de seguro es que los auxiliares vuelvan a trabajar en un 737 MAX.
Boeing atraviesa una crisis de confianza, mientras que su consejero delegado, Dennis Muilenburg, reconoció este martes ante el Senado de EEUU que la compañía cometió «errores» en los accidentes mortales del avión 737 MAX 8 en Indonesia y Etiopía.
«Sabemos que cometimos errores y nos equivocamos. Somos culpables de ello, y lo estamos arreglando», dijo Muilenburg ante el Comité de Comercio de la Cámara Alta estadounidense, en el que declaró junto al jefe de Ingenieros de la empresa, John Hamilton.
En octubre de 2018, un avión 737 MAX 8 de la aerolínea indonesia Lion Air se estrelló y 189 personas murieron, incluidos todos los pasajeros y el personal del vuelo.
Cinco meses después, un avión del mismo modelo de Boeing de Ethiopian Airlines se estrelló en circunstancias similares, acabando con la vida de 157 personas.
Desde entonces, todos los aparatos 737 Max 8 de Boeing han sido apartados de la circulación aérea.