Dicen que el hambre agudiza el ingenio, y, a juzgar por las acrobacias de Lucy, la frase puede darse por confirmada.
Parece un vídeo preparado con un perro entrenado, pero no lo es. Al menos así lo asegura su dueño, un desesperado Rodd Scheinerman que, harto de ver cómo desaparecía comida del horno, dejó una cámara grabando y a su perro deambulando a sus anchas por la cocina.
Prepárese para ver casi tres minutos de habilidad animal:
Y ahora, la explicación del afectado: «Lucy está todo el día haciendo trastadas. Cada día, al llegar a casa, encontrábamos la silla movida y pequeñas huellas en la encimera. Algunas veces, además, había desaparecido comida».
Para averiguar la táctica de Lucy Scheinerman dejó la cámara puesta y abandonó la casa durante cuarenta minutos. Se quedó tan sorprendido como los más de dos millones de internautas que ya han visto el vídeo.