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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Cómo aguar la fiesta a tu rival en un minuto

Gravity logró todos los Oscar… menos el más importante. La favorita para llevarse a casa el Oscar a la mejor película, 12 años de esclavitud, cumplió con los pronósticos y se alzó en el momento final con el galardón de más peso de la ceremonia. La odisea en el espacio de Gravity terminó con siete galardones, entre ellos el de mejor director para Alfonso Cuarón, y desbancó por completo a La Gran Estafa Americana y El Lobo de Wall Street, las grandes perdedoras de la noche, que se fueron de vacío. En las categorías interpretativas, Cate Blanchett (Blue Jasmine) y Matthew McConaughey (Dallas Buyers Club) recibieron sus predecibles Oscar en una ceremonia en la que apenas hubo sorpresas.

La única posibilidad de conseguir un Oscar para España por el cortometraje Aquel no era yo, de Esteban Crespo, se esfumó a mitad de la gala después de que la Academia decidiera premiar a la cinta danesa Helium.

La 86º edición de los Oscar tuvo dos claros ganadores, Gravity y 12 años de esclavitud. La primera consiguió llevarse a casa todos los galardones técnicos -mejores efectos visuales, mejor montaje de sonido y efectos de sonido, así como los premios a la mejor fotografía, mejor montaje y mejor banda sonora- y uno de los grandes, el de mejor director, que cayó en el mexicano Alfonso Cuarón.

Visiblemente emocionado, Cuarón recordó en el escenario que Gravity tardó años en materializarse y que ello no habría sido posible sin la presencia de Sandra Bullock. A pesar de todo, la actriz finalmente no consiguió vencer a su gran competidora de la noche, Cate Blanchett.

Si Gravity fue la triunfadora por el número de galardones que recibió, incluido el de mejor director, 12 años de esclavitud lo fue por el peso de los Oscar con los que finalmente terminó la ceremonia: mejor película, mejor actriz de reparto para Lupita Nyong’o y mejor guión adaptado. Casi invisible hasta la recta final de la gala, la película dirigida por Steve McQueen recibió su primera alegría con el galardón a Nyong’o, una joven actriz que en su discurso recordó las historias dramáticas del filme que le ha catapultado a la gloria y agradeció al director que haya dado visibilidad a la historia de la esclavitud.

Un caso aparte es el de Dallas Buyers Club, que hizo doblete en las categorías interpretativas dando el Oscar en bandeja a Matthew McConaughey en la categoría de mejor actor y a Jared Leto en la de mejor actor de reparto. Pocas películas en la historia ostentan el honor de haber dominado ambas categorías, y ahora Dallas Buyers Club ha pasado a ser una de las elegidas.

Merece una mención especial el discurso de Leto, que inauguró la entrega de los premios centrándose en los conflictos de Ucrania y Venezuela –“a Ucrania y Venezuela, haced vuestros sueños realidad”- y dirigiéndose a quienes sufren en el mundo por ser perseguidos y a quienes luchan contra el sida o ya han perdido la batalla contra la enfermedad.

Cate Blanchett consiguió su segundo Oscar en la ceremonia de la pasada noche por su brillante interpretación en Blue Jasmine, de Woody Allen. La actriz, que no parecía haberse esperado el premio a pesar de partir como favorita en todas las quinielas y haber ganado todos los premios antes del gran momento, tuvo unas palabras de agradecimiento a Woody Allen y reivindicó las cintas con papeles femeninos al frente, causando un estruendo de aplausos entre el público.

El Gran Gatsby protagonizó las únicas sorpresas de la noche al conseguir dos estatuillas en las categorías de mejor diseño de vestuario y mejor producción, a pesar de que pareciera haber quedado relegada a un segundo plano. Asimismo, la Academia galardonó a Dallas Buyers Club en cuanto a mejor maquillaje, una cinta que contaba con un presupuesto de 250 dólares destinados a tal fin. Por otro lado, Her de Spike Jonze siguió con su racha de premios y se alzó con el de mejor guión original, un merecido Oscar para una historia tecnológica donde lo más importante son las relaciones personales.

El Oscar para la mejor película de animación recayó en Frozen de Disney, una categoría que este año echó de menos a Pixar. También para Frozen fue el galardón a la mejor canción original, Let It Go, cuya actuación en directo por parte de la vocalista Idina Menzel se convirtió en uno de los momentos más aclamados de la noche.

La música tuvo gran importancia en esta edición de los Oscar. El teatro Dolby contó con las actuaciones de artistas como Pharrell Williams o U2, a cargo de las interpretaciones de las canciones nominadas, y también la de la cantante P!nk, que interpretó una versión del tema de El Mago de Oz para conmemorar el 75º aniversario de la película.

La gala, dirigida por la comediante Ellen Degeneres, estuvo orientada hacia la participación de los millones de espectadores de todo el mundo a través de la red social twitter. El gran momento de la noche fue protagonizado por la presentadora cuando decidió apuntarse a la moda del ‘selfie’ junto a otros tantos actores y actrices, que posaron en directo ante el móvil de Degeneres. La fotografía batió un récord al ser el tweet más compartido de la historia de la red social. 

También fue ampliamente comentado el ‘momento pizza’, en el que Degeneres aseguró que pediría tres pizzas familiares para repartir entre los “hambrientos” actores y que dejó simpáticas imágenes como la de Harrison Ford comprobando los ingredientes o Brad Pitt olvidándose del glamour y engullendo su porción de pizza.

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