Nerviosismo en el PP. Alcaldes, diputados, barones regionales, andan revueltos. El estado de ánimo es: si no corregimos el rumbo. Su análisis es: “las municipales van a ser muy duras, perderemos mucho poder de lo que tenemos hoy”. Además cada vez son más los que opinan que con los “éxitos” en la economía no va a ser suficiente para ganar elecciones. Ese temor inspira la intención de convencer a Mariano Rajoy para que renueve su Gobierno.
Hasta ahora el presidente Rajoy no ha querido hablar de cambios. Es un clamor que tiene ministros quemados: Wert, Ana Mato, Fernández Díaz. Pero él se conformó con un obligado “órdago a chica” (dicen que tardío) cuando Miguel Arias Cañete dejó su ministerio. Rajoy optó por un relevo de perfil técnico: Isabel García Tejerina.
Algunos reivindican cambios entre barones regionales. Unos critican los resultados de Moreno Bonilla en Andalucía; otros los de Fabra, en Valencia o los de Alicia Sánchez-Camacho en Cataluña. Incluso los más críticos recuerdan: ¡Ojo!, que las municipales, a veces las carga el diablo y dan paso a repúblicas”
Con las municipales y autonómicas en el horizonte, los resultados de las europeas aconsejan al PP apostar antes por sus jefes de lista y aparcar el actual modelo de elección de candidatos. Esto es: recibir un mensaje del “dedo divino”, como dijo Esperanza Aguirre, poco antes de que comience la campaña. Frente a ellos, Rajoy centra su interés en el Campeonato Mundial de Fútbol. Eso sí, Marca en mano.