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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La realidad del boicot a los Oscar

En su visita a Madrid esta semana, Will Smith ha recalcado que no asistirá a la ceremonia de los Oscar como protesta por la ausencia de actores negros entre los nominados a los premios más importantes del cine. “Considero a Hollywood una extensión de mi familia, no voy contra ellos, pero creo que, como familia, tenemos un problema y hay que resolverlo internamente», ha explicado un diplomático Smith. Con menos rodeos se expresó su esposa, Jada, que llegó a calificar de intolerable la falta de diversidad en los premios, a la que achacó un racismo sistémico, y lidera un boicot al que se han adherido Spike Lee, Idris Elba, Lupita Nyong’o y George Clooney, entre otros.

Los Oscar, un acontecimiento seguido cada año por alrededor de 37 millones de personas en todo el mundo, no contará por segundo año consecutivo con ningún actor negro entre los nominados. Esta situación, que el año pasado inició la protesta #OscarsSoWhite, se ha recrudecido en la nueva edición tras llamativas ausencias de intérpretes con opciones reales de haber integrado la lista: Idris Elba, por su actuación en la también ignorada Beasts Of No Nation a pesar de haber sido nominado por el sindicato de actores en los SAG, Samuel L. Jackson en Los odiosos ocho, Michael B. Jordan por su trabajo en Creed, y el propio Will Smith, alabado en Concussion (La Verdad Duele). Tampoco hay rastro de Straight Outta Compton, cinta con una fuerte presencia de afroamericanos, en la categoría de mejor película a pesar de haber cosechado éxitos en la temporada, con nominaciones en los premios del gremio de productores (PGA) y en los SAG. 

La presidenta de la Academia de Hollywood, Cheryl Boone Isaacs, se reconocía “afligida” y “frustrada” por “la falta de inclusión” en un comunicado remitido a los medios de comunicación tras un revuelo en el que tenía que intervenir el presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Prometía además cambios profundos para modificar “la composición de la membresía” de los 6.000 integrantes de la Academia. Todo por asegurar la “diversidad” entre los candidatos a la estatuilla dorada en los próximos años.

Ahora bien, ¿son los Oscar realmente racistas?

Según Los Ángeles Times, el 93% de los académicos son blancos, el 76% son hombres y la edad media es de 63 años. ¿Son estos datos indicativos de un racismo sistémico? No para todos. Según corrobora la CBC, una mayoría de analistas de la industria cinematográfica recuerda el “ninguneo” al que los Oscar sometieron a grandes películas de la historiaToro SalvajeCadena PerpetuaPulp Fiction o Ciudadano Kane, entre muchas otras- y deja caer que la Academia no siempre se guía por la meritocracia. 

“Es ofensivo sugerir que esta situación se ha producido porque todos nosotros seamos unos racistas”, arremete la actriz Penelope Ann Miller, miembro de la Academia, en la revista The Hollywood Reporter. La intérprete niega categóricamente sentirse racista y achaca la ausencia de actores y directores negros a lo “increíblemente competitivo” que ha sido este año. 

Y si es cierto que es competitivo, también lo son los esfuerzos de las distribuidoras para asegurarse que sus películas son visionadas por los miembros de la Academia. Según la CBC, películas como la citada Beasts Of No Nation tenía este año en su contra el haber sido concebida en la plataforma de pago Netflix, que en teoría impediría su distribución generalizada y habría perjudicado su candidatura a los Oscar. 

Catorce estatuillas negras en 88 años

De cualquier forma, en toda la historia de los Oscar, que este año llegan a su 88 edición, sólo catorce estatuillas han ido a parar a actores negros. Hattie McDaniel fue el primero en 1940 por su papel en Lo que el viento se llevó, pero tuvieron que pasar otros 15 años hasta que la actriz negra Dorothy Dandridge obtuviera una nominación que finalmente no le llevó al éxito. Morgan Freeman es el actor de color que más candidaturas ha conseguido logrando un premio por Million Dollar Baby, mientras que Denzel Washington es quien más Oscars ha recibido, tras ganar por Tiempos de Gloria y Training Day. La última vez que un actor de color ganó un Oscar fue en 2014 con el triunfo de Lupita Nyong’o por su papel en 12 años de esclavitud. Frente a un Teatro Dolby en pie, la intérprete reivindicó la lucha por los derechos sociales de los negros. 

Para The Economist, el centro del problema se encuentra en primer lugar en los estudios, ya que según su estudio los actores negros apenas consiguen el tipo de papel que es mejor valorado por la Academia. De esta forma, sólo han llegado a conseguir el 9% de los papeles con opción a ser premiados desde el año 2000. 

Hollywood, dividido entre acusaciones y cuotas

Sylvester Stallone ofrecía el aperitivo del terremoto que estaba por llegar en su discurso por su Globo de Oro a mejor actor secundario dramático en Creed. El actor de Rocky subía al escenario y repartía agradecimientos a todo el equipo salvo al protagonista y al director de la cinta, ambos afroamericanos, lo que provocó la primera ola de reacciones adversas en las redes sociales a cargo de Samuel L. Jackson y la directora de Selma, Ava DuVernay. 

Según informa The Hollywood Reporter, Stallone volvió al escenario para dedicar el premio a sus dos compañeros durante la pausa publicitaria. Pero el daño estaba hecho. 

Más allá de la polémica en las redes sociales tras el anuncio de las nominaciones a los Oscar, el anunciado boicot de un amplio sector de Hollywood que considera sentirse “incómodo” asistiendo a una ceremonia sin representación negra ha provocado un terremoto que ha continuado dividiendo la meca del cine. La veterana actriz Charlotte Rampling, nominada al Oscar por su interpretación en 45 años, aseguraba tras conocer el boicot que esta acción supondría un “racismo contra los blancos”.

“Es difícil saber si es el caso, pero puede que los actores negros no merecieran estar en la recta final”, explicaba la actriz en la emisora Europe 1, contraria a la creación de cuotas como proponía Spike Lee. “¿Por qué clasificar a las personas?”, zanjaba.

También el actor Michael Caine se mostraba contrario al boicot y se posicionaba a favor de la Academia. “Hay muchísimos actores negros. No puedes votar a un actor por el hecho de ser negro. No puedes decir: ‘Voy a votar por él. No es muy bueno, pero es negro. Lo votaré’. Tienes que hacer una buena interpretación”, explicó el intérprete británico en la BBC aunque, no obstante, reconocía la “magnífica” interpretación de Idris Elba. “Bueno, mira mi caso. Gané el premio al mejor actor de los European Film Awards (por La juventud) y no me han nominado para nada más. Hay que ser paciente. Claro que les llegará. A mí me costó años lograr un Oscar».

En cualquier caso, la Academia ha entonado el ‘mea culpa’ y, tras anunciar los esperados cambios en la composición de los académicos, el presentador de la gala, Chris Rock, prefirió tomarse la polémica con una afilada ironía.

A pesar de que aún no se hayan repartido las estatuillas de este año, el Festival Sundance ya marca las pautas para lo que será la próxima temporada de premios. Y, con gran sorpresa tras las acusaciones de racismo hacia Hollywood, la gran ovación ha sido hasta el momento para The Birth of a Nation, una cinta que cuenta la historia de un esclavo que lideró la liberación de los afroamericanos en 1831 y que, aunque aún es pronto, podría llegar con fuerza a los Oscar de 2017. Coincidencia o no, la reconciliación puede estar muy cerca. 

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