La Agencia Sueca de Cooperación Internacional al Desarrollo (Sida) ha informado de que retirará el apoyo a las organizaciones que sigan la política de Ciudad de México restablecida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
En los primeros días de su mandato, el presidente Trump firmó una orden ejecutiva prohibiendo financiar con fondos públicos a las organizaciones que promovieran el aborto en el extranjero. El objetivo de esta medida es garantizar que el dinero de los contribuyentes estadounidenses no financie a organizaciones que presten su apoyo o participen en la gestión de un programa abortista.
En un comunicado emitido el 11 de julio, la agencia gubernamental sueca arremete públicamente contra esta medida provida de la administración Trump y amenaza con retirar el apoyo a aquellas organizaciones que la acepten y no den publicidad ni colaboren con prácticas abortivas.
«La política de Estados Unidos está en desacuerdo con la posición sueca, que sostiene que la información y el acceso al aborto seguro es crucial», asegura en el comunicado la directora General de Sida, Carin Jämtin.
La agencia gubernamental sueca también ha anunciado que, para contrarrestar los efectos de la decisión de Trump, destinará este año 170 millones de coronas (17,6 millones de euros) adicionales a apoyar a organizaciones que tengan entre sus objetivos ocuparse de la anticoncepción y el «aborto seguro».
Un fondo internacional para contrarrestar las medidas de Trump
El anuncio de la Agencia Sueca de Cooperación Internacional al Desarrollo supone un nuevo intento de contrarrestar las restricciones de Trump a la financiación del aborto.
El pasado mes de marzo, representantes de cincuenta países y organizaciones no gubernamentales congregados en Bruselas en la conferencia internacional “She decides” (Ella decide) se comprometieron a destinar 181 millones de euros a un fondo internacional para financiar el aborto.
La ministra holandesa de Cooperación, Lilianne Ploumen, aseguró que su objetivo era llenar el “agujero” causado por Estados Unidos en la financiación del “aborto seguro”. Según explicaba la ministra holandesa, los primeros en responder fueron los gobiernos de Bélgica, Dinamarca y Suecia y, después, países como Finlandia y Luxemburgo.
La invitación del Parlamento Europeo a financiar el aborto
También el Parlamento Europeo se opuso al restablecimiento de la política de Ciudad de México. En un texto aprobado por la Eurocámara el 14 de febrero se califica la medida de “regla mordaza” y de “ataque directo” a los derechos de las mujeres.
Asimismo, con carácter de urgencia, la Eurocámara solicitaba a la Unión y a sus Estados miembros contrarrestar el impacto del restablecimiento de “la política de Ciudad de México” y aumentar “significativamente” la financiación de los llamados “derechos sexuales y reproductivos”.
Con este objetivo, el Parlamento Europeo proponía establecer un fondo internacional para financiar el acceso al control de la natalidad y al aborto y recurrir para este fin tanto a la financiación nacional como a los fondos para el desarrollo de la Unión.