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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Encuentro con un tiburón blanco a pocos metros de la orilla

Un hombre se acerca caminando a un tiburon blanco que nada en menos de un metro de agua

27 de mayo. Baja California, México. El bodeguero Dale Pearson observa movimiento en la playa, justo frente a su casa, y sale a tratar de auxiliar a lo que cree es una ballena varada. En la mano, su móvil grabando la escena.
Cuando se acerca lo suficiente descubre que el animal es, en realidad, un enorme tiburón blanco -cuatro metros- con una herida tras la aleta dorsal. El escualo se mueve en una profundidad de tres pies (menos de un metro) de agua y, aunque al principio parece no poder salir, pronto Pearson comprueba que tiene fuerza suficiente para avanzar hacia aguas más profundas para, después, regresar a la zona más cercana a la orilla.

El motivo, según dedujeron poco después Dale y su compañero de aventura, era la enorme cantidad de peces raya que había en el agua. “Estaba comiendo, seguramente para coger fuerzas ya que con esa herida no creo que pudiera cazar presas más grandes”, explicaba después el testigo de las increíbles imágenes.
Experto buceador, aseguró haberse mantenido a la distancia suficiente para no correr peligro aunque, eso sí, explicó que tener un gran blanco tan cerca era más que inquietante.
Durante dos días el tiburón merodeó por zonas cercanas a la costa, según explicó Dale, que confía en que pudiera recuperarse de las heridas y continuar recorriendo el océano.

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