«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Procesión prohibida en Cataluña

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«Lo más lucido de la procesión del Jueves Santo en Les Roquetes (San Pedro de Ribes) es la participación de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona, un grupo de catalanes unidos por sus recuerdos de la vida militar, la voluntad de colaborar con la comunidad y su devoción por el Santo Cristo. Pues bien, el ayuntamiento de Sant Pere de Ribes (CUP+CiU) le ha dicho a la Hermandad del Santo Cristo de Les Roquetes que veta la participación de la Hermandad legionaria en la procesión. Esta vez, PP y PSC se han opuesto, y parece que con toda la razón.

¿Qué hacen los políticos diciendo quién puede participar en procesiones religiosas? Según ellos, Sant Pere “és un municipi en favor de la pau i la no violència”. Pero resulta que jamás en la historia ha habido ningún incidente violento durante la procesión. La Hermandad del Santo Cristo avisa de que “l’absència dels Legionaris pot anar en detriment de l’assistència de públic i del lluïment de la processó religiosa de Dijous Sant”, pero el ayuntamiento dice que prohibirá la procesión si desfila los legionarios. La Hermandad ha recogido 1.500 firmas, creyendo que los nacionalistas se creen de verdad lo del “dret a decidir”. Pero así funciona el nacionalismo, a golpe de prohibiciones.

¿Es creíble el argumento de los políticos nacionalistas? La alcaldesa de Sant Pere de Ribes es de UM9, la marca de las CUP en el municipio. Anna Gabaldà Felipe (si us plau, passi per catalanitzador de cognoms) se reconoce vinculada al “Moviment d’Alliberament Nacional Català” y ha dado su apoyo a la recogida de firmas por “laindependència” que organiza la ANC. Curiosamente, el ayuntamiento prohibe la procesión “en favor de la pau i la no violència”, pero los miembros de las CUP tienen de referente a terroristas etarras como “Argala”, y su alcaldesa apoya las acciones pre-golpistas de la ANC.

Otra vez queda claro que al nacionalismo no le importan las tradiciones catalanas, ni la voluntad de los catalanes. Por encima de todo está su artificial ideología.»

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