«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
SOLO HUBO UN MUERTO, LA manifestante TRUMPISTA Ashli Babbitt

Arrestan a Steve Bannon por desacato en la causa por el ‘asalto’ al Capitolio

Asalto al Capitolio. Reuters

Steve Bannon, antiguo asesor de Trump y una de las figuras más prominentes de la ‘reacción soberanista’ en todo el mundo, ha sido puesto bajo custodia federal acusado de desacato por su negativa a colaborar con la investigación sobre la supuesta ‘insurrección’ trumpista del 6 de enero en el Capitolio.

Es el penúltimo capítulo de una farsa que se deshace como un azucarillo. Desde el día después de la aciaga jornada en el que un grupo de vándalos entre los seguidores convocados por Trump para protestar contra el fraude electoral lograron entrar en los edificios del Congreso, los demócratas han intentado convertir el incidente, más bien bufo, en un siniestro intento de golpe de Estado violento que legitimara su nuevo régimen de partido único.

Se habló de seis muertos, la congresista radical Alexandria Ocasio-Cortez (AOC) dijo haberse visto al borde de la muerte, el recién nombrado presidente Biden comparó el caso con Pearl Harbour y el 11-S y se detuvo a un puñado de participantes a los que se ha mantenido aislados como ‘terroristas domésticos’.

Pero la narrativa se está viniendo rápidamente abajo, aunque cualquiera que haya visto las imágenes -el hombre búfalo gritando en la Cámara o algunos otros idiotas en los despachos de los congresistas- advertirá que no es así exactamente como se dan los golpes de Estado.

Primero cayeron los muertos. Solo hubo uno, y fue entre los manifestantes. Ashli Babbitt fue abatida de un disparo a bocajarro por un policía del Capitolio que no ha sido identificado. No ha habido más muertos, pese a que inicialmente hasta el respetable New York Times recogió el bulo de un policía asesinado a golpes de extintor en el cráneo, posteriormente desmentido.

Los asaltantes no tenían armas, la policía, según se ve en diversos vídeos, les animó a entrar en los edificios, cosa que hicieron en una ordenada cola a modo de turistas, AOC estaba en otro edificio en el que no entró ningún asaltante…

Pero lo mejor es lo que revela una investigación del portal Revolver que la estrella de la Fox, Tucker Carlson, ha desarrollado en un documental en tres partes. Revolver demuestra documentalmente que no solo la manifestación estaba plagada de agentes del FBI, sino que fueron principalmente estos los que animaron a la multitud a entrar en los edificios, a veces con resultados paródicos (la multitud, en una parte, gritándole “¡Fed, Fed!”, reconociéndole como un agente federal infiltrado deseoso de crear un atentado de falsa bandera.

La investigación periodística también demuestra cómo en la nómina de detenidos por las fuerzas del orden hay insólitas ausencias, como la del líder de uno de los tres principales grupos trumpistas convocantes, los Oath Keepers, que se revela así como infiltrado de la policía.

Bannon ha sido acusado de dos cargos: negarse a comparecer para dar su testimonio y negarse a entregar “documentos y comunicaciones”. En octubre, la Cámara de Representantes votó considerar a Bannon reo de desacato al Congreso por este último motivo.

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