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Entrevista al histórico embajador venezolano Diego Arria
Entrevista al histórico embajador venezolano Diego Arria

Diego Arria: ‘Chávez condenó a muerte el futuro de Venezuela, en especial de los más jóvenes y los más pobres’

25 de abril de 2021

El embajador Diego Arria no necesita una de las figuras más calificadas en temas internacionales, no necesita presentación. No obstante, en estas líneas intento esbozar parte de su trayectoria. Embajador de Venezuela ante las Naciones Unidas en 1988, consejero del secretario Kofi Annan, presidente del Consejo de Seguridad, creador de la llamada Fórmula Arria y promotor de soluciones en los conflictos de Bosnia, Ruanda y los Balcanes, además de los enjuiciamientos a los responsables de genocidio en la antigua Yugoslavia. 

En su condición de representante de Venezuela en el Consejo de Seguridad auspició y promovió la creación del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia. En 2004 fue a La Haya como el único miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas —ningún otro miembro permanente del Consejo aceptó ir— como testigo de cargos contra Slobodán Milosevic, el primer jefe de Estado procesado por el TPI. Su deposición en el juicio fue utilizada también en el proceso de uno de los carniceros de los Balcanes, Radovan Karadzic, a quien se le dio cadena perpetua; y en 2005, fue testigo en la defensa del comandante bosnio musulmán Naser Oric quien a los pocos días de su intervención fue liberado por el Tribunal Penal Internacional. 

Hace dos meses la ciudad de Sarajevo lo designó Ciudadano Honorario. 

El embajador Diego Arria en esta entrevista responde una pregunta que, aún no tiene respuesta.

¿Cómo ve la situación actual de Venezuela?

—Un país que se viene vaciando poblacionalmente como ningún otro en el mundo, fraccionándose en múltiples espacios geográficos no puede sino verse como un gran rompecabezas. Entonces hay que ver cuál de esos pedazos del país hablamos después de 22 largos e infernales años que también vaciaron hasta la más mínima muestra de Libertad.

Querida amiga, en ese pedazo de Venezuela donde me impiden regresar yo la percibo en un proceso de desorientación colectiva profunda y frustrante porque cuando los horizontes se hacen borrosos y se alejan dejan de representar la esperanza y llega un momento de quiebre para la sociedad toda. Allí creo que estamos hoy.  De quiebre para constituirse en permanente, o de quiebre para la liberación. Que el quiebre sea negativo o positivo depende solo de nosotros. Que nos ayuden de afuera, por supuesto, pero creo que nadie va a venir a sustituirnos, ni a suplir la cuota personal que no estemos dispuestos a pagar para lograrla. Eso estuvo claro pocos años atrás. Hoy, justificadamente, mucho menos.

—¿Hacia dónde va Venezuela?

—Permíteme que me aproveche de tu entrevista para leerte unas líneas que ante una pregunta similar a la tuya contesté en mi libro “Primero la Gente” de como llegaría Venezuela al siglo XXI: «Venezuela tiene una oportunidad única. Ha logrado reunir la libertad política y los recursos materiales necesarios para transformar su economía y su conformación social. Sin embargo, este privilegio es condicional, y si sabemos emplearlo construiremos una democracia moderna, una estructura productiva equilibrada y difundiremos el bienestar social. Llegaríamos al Siglo XXI como un país importante y estable con un máximo de satisfacción social que les permita a todos sus habitantes vivir con dignidad. Ese es nuestro reto, pero si no lo enfrentamos responsablemente corremos el serio riesgo de perderlo todo. La oportunidad, los recursos y también la Libertad”. 

Esto lo escribí en 1978 y no te lo recuerdo para decirte “te lo dije”. No, lo hago para los venezolanos que te leen que todavía no saben ni entienden y por supuesto no justifican porque llegamos a lo que hoy sufrimos la irreparable pérdida “de la oportunidad, de los recursos y de la libertad”. Y eso tiene responsables que hoy con la misma orientación y mentalidad de aquellos de la cual no logran deslastrarse representan una pesada loza sobre nuestro angustiante futuro. 

Si el rumbo sigue controlado por ellos-básicamente los que vienen cambiando de camiseta de MUD, a Frente Amplio a G-4- y próximamente a una nueva llamada Alianza promovida por los Estados Unidos, pero con los mismos y eternos jugadores, ya tienes la respuesta a donde podemos ir.  A perpetuar la tiranía.

Claro que atravesamos una crisis monumental sin precedentes, y que superarla no es para nada fácil, por eso siempre digo que una sociedad para activarse y recuperar su libertad y su dignidad demanda una fuerte dosis de inspiración que, solo es posible lograr con la participación de mujeres y hombres auténticamente representativos del país que gocen de credibilidad, confianza y respeto con un denominador común: amor por Venezuela, por su gente y por su libertad. 

Suena sencillo, pero, en estos 22 años no se ha logrado que prevalezcan estas condiciones, y por eso seguimos sometidos. Calificativo deleznable, pero es así. Sometidos de una u otra forma, con la asistencia oportuna de la “oposición oficial” que viene practicando el acomodo y la cohabitación como medio de subsistencia de ellos, no del país. Las tarjetas de esos partidos sustituyeron al Escudo de Venezuela.

Es evidente que nunca como ahora hemos estado tan divididos por el odio y la violencia. Y ahora el odio es de ambos bandos. Como sabes dediqué algunos años de mi vida a ayudar a reconstruir sociedades devastadas por el fanatismo de sus líderes y vi sus terribles consecuencias, pero nunca imaginé que nosotros viviríamos esa misma experiencia. Así fue y Chávez condeno a muerte el futuro de Venezuela en especial de los más jóvenes y los más pobres. Sentencia que estamos obligados a impedir que la termine de ejecutar la narco tiranía militarizada de Maduro y del general Padrino. Y eso no lo vamos a lograr en ejercicios llamados electorales de la narcotiranía, no importa como los adornen. Creo que en este particular no se le ha vendido, te repito, vendido a nuestra gente que el sueño venezolano no es salir de los Maduros, Padrinos o Cabellos. Ellos son la pesadilla. El sueño es rescatar a Venezuela, reunificar al país y refundar la república para todos. Vivir en Libertad.

Creo que el esfuerzo más difícil de superar, porque demanda un verdadero liderazgo visible, creíble y respetable del cual creo carecemos es el de tomar conciencia de que Venezuela no saldrá adelante por partes. O sale toda o no saldrá. Pero claro estoy muy consciente de que ante la exitosa siembra de odio plantada por el régimen muchos pueden pensar que reunificarnos es imposible, lo que puede resulte ser el caso.  Y de ser así entonces no sería necesario que te conteste tu pregunta ¿Hacia dónde va Venezuela?

¿Cree que actualmente la administración de Biden puede hacer alguna acción de forma unilateral para poner fin al régimen?

Sus mismos voceros ya nos han dicho que la acción unilateral del presidente Trump llegó a su final. Lo que no dicen es que sin esas acciones unilaterales de Trump no habría ni apoyo ni reconocimiento internacional. Conozco lo indispensable para no tener muchas esperanzas en la acción multilateral cuando somos rehenes de jugadores internacionales con enorme peso como lo son Rusia y China, y hasta de menores como Cuba y marginalmente Irán. La Unión Europea con un Boyer al frente de sus relaciones externas demuestra una elasticidad muy grande nada promisoria para nosotros. Pero creo que el presidente Biden no se apartará del camino de las sanciones y que Estados Unidos seguirá siendo nuestro más importante aliado y soporte.

¿Qué le parece la Alianza Nacional anunciada por el embajador de los Estados Unidos para ampliar la acción opositora venezolana?

La verdad es que me sorprendió. Nunca vi a un embajador anticipar y describir la ruta política de un país en absoluto proceso de aniquilación, pero en este caso no se trata de un embajador cualquiera sino el de los Estados Unidos, el más importante y sobradamente probado aliado de nuestra causa, sin el cual no se habría logrado el reconocimiento internacional del interinato y el rescate de importantes activos del patrimonio nacional en el exterior. Ahora bien, esta iniciativa surge a raíz de una reunión convocada en Bogotá por el embajador    donde participaron los jefes políticos de Primero Justicia, Voluntad Popular, Acción Democrática y Nuevo Tiempo reunión que estuvo muy caldeada por serios enfrentamientos públicos pues privadamente ya se conocía entre el jefe político de PJ, y el de VP. Los venezolanos estamos mucho más unidos que los partidos del G4 porque buscamos objetivos diferentes.

Según lo comentado por el embajador Story esta modalidad viene a reemplazar lo que antes fue la MUD, luego el Frente Amplio hasta el llamado G-4. Para mí solo cambios de letras, de nomenclaturas, pero, no de sus personajes, a pesar de que el embajador destaca que se agregarían otros sectores no partidistas, lo cual me parece acertado, sin embargo, al ser el G-4 los que inviten a sumarse a la Alianza veo muy difícil que logren ampliar el cuadro de manera realmente independiente. Y esto para mi penosamente incluye a Juan Guaidó. ¿Y por qué afirmo esto? Porque la dirigencia política del G-4 desde hace rato dejo de ser representativa de la oposición. Su primera víctima Guaidó

¿Qué es la Unidad?

En este particular siempre me ha llamado la atención el énfasis de la oposición oficial en llamar a la unidad, que ellos mismo no practican. Unidad sería que los cuatro partidos ante la terrible realidad que vivimos se hubiesen fundido hace años en uno solo para enfrentar al bloque único del régimen. Pero quieren más sus pequeñísimos espacios al gran espacio que se llama Venezuela. Han desperdiciado el apoyo que les dimos en 2015 para negociar prebendas que al final convirtieron el interinato en un intercambio de acusaciones y contra acusaciones. Facturas y contra facturas. Al punto de repartirse cargos de embajadores de acuerdo con la importancia de sus tarjetas. Botaron al pipote de la basura nuestro apoyo. Y en el proceso malograron a Juan Guaidó que hace dos años encarnaba una esperanza.

Por consideraciones de este género he insistido mucho en que un cambio de interlocutores con el mundo es esencial. Es urgente. No incluyo a Guaidó en ese cambio porque sigue siendo el único vínculo del G-4 con reconocimiento internacional que lo hace hoy imprescindible. Lo sería aún más si logra “emanciparse” de la jefatura política de su partido como bien se lo dijo recientemente un buen amigo mío.

¿Usted que ha tenido contacto con expertos electorales venezolanos, ¿qué se necesita para celebrar unas elecciones en Venezuela?

—¿Elecciones libres y justas? Yo me pregunto qué quiere decir, ¿libres y justas? ¿Quién define estos conceptos? ¿Los norteamericanos, los europeos o Maduro-Padrino? Medio libres y justas es un poco como un estado de semi-preñez. Libres solo es posible con la remoción de la tiranía que no se limita a Maduro sino a la cúpula militar convertida en el instrumento de persecución y tortura de venezolanos y asociados a las peores causas. Querida amiga, en este contexto se viene poniendo a un lado la Consulta Popular realizada recientemente donde más de seis millones de venezolanos aprobamos celebrar elecciones solo en libertad, o sea una vez desalojado el régimen. Los Estados Unidos fueron los primeros en apoyar los resultados de esa consulta, por lo cual sería contradictorio que fuesen a apoyar elecciones regionales. Por mi parte, no lo creo.

¿Cree que el venezolano de a pie se rindió? 

Creo que más rápidamente se vienen acomodando y rindiendo importantes sectores, los “hombres de negocios” que no es lo mismo que el sector privado. Resignarse seria lo normal mientras sigamos así. ¿Qué otra cosa puede hacer un ciudadano con un ingreso mensual de dos dólares, sin asistencia médica encerrados en su pobreza? No se le puede pedir que salga a marchar… ¿y con qué fines y a quién benefician?

¿Qué se ha logrado con las sanciones internacionales?

Enfrentar al régimen a circunstancias no previstas que le han empequeñecido el mundo y le han afectado en su capacidad de obtener recursos para seguir comprando lealtades nacionales e internacionales. Gracias a eso no es cierto que Maduro no esté negociando. Sí lo está, pero sentado frente al gorila que significa el desplome económico de un país que en los últimos 7 años perdió el 80 por ciento de su PBI. Las sanciones, en especial las de los Estados Unidos, sabe decir de Trump, representan la única carta de posible uso contra la tiranía. Ojalá se amplíen las sanciones individuales a miembros de la organización criminal militarizada y de sus familiares cercanos, y que la Unión Europea y países de la región las apliquen igualmente. Esas les dolerían mucho más porque sí les afectaría personalmente.

En el caso que se minimicen o se eliminen las sanciones, ¿cuáles serían las consecuencias?

Sería el desarme total de los que solo nos anima el rescate de la libertad, y sería como decirnos hasta aquí llegamos con ustedes. Sin embargo, no le falta al régimen muchos “hombres de negocios” cabildeando por su remoción. Reflotarían al Maduronato, no a los venezolanos.

En el justo sentido de la palabra, ¿cómo vería una verdadera negociación para lograr la libertad?

No existen negociaciones justas cuando se vive bajo el control de pandillas criminales uniformadas. No creo que en ninguna circunstancia el régimen graciosamente se va a sentar en una mesa para acordar su auto retiro, sobre todo cuando ya hasta ese poder lo comparte con Cuba y Rusia que tienen mucho que perder con su partida. La única carta de nosotros es la de la libertad. Y eso no es negociable. Para mi cualquier otra cosa seria un “arreglo” a cualquier precio, algo que siempre encuentra receptividad entre grupos partidistas en proceso de extinción, pero donde sus patrones siguen campantes. Me temo que sin embargo hay un proceso activo en marcha en ese sentido que se nos presentará como hecho cumplido. Y ya sabemos lo que sucede cuando hechos cumplidos enfrentan la prueba del tiempo y de la realidad no consensuada. Alarmante que cinco o seis “dirigentes” que casi no representan a nadie se hayan apropiado de la representación de nuestros intereses, y que desde el exterior siguen manteniéndolos como sus interlocutores al no querer admitir que se equivocaron en seleccionarlos.

Amiga no puedo dejar de reflejar en mis palabras la experiencia que he vivido cuando se proponen soluciones a las crisis de otros.  Cuando se les anima a negociar. Como no hacerlo cuando es una obligación elemental. Pero siempre es más sencillo cuando se lo proponemos a otros que cuando nos lo proponen a nosotros. Y el concepto del tiempo es muy diferente. Nuestra urgencia no es la urgencia de los que nos quieren ayudar. Esa es otra realidad

—¿Qué piensa de los recientes enfrentamiento en Apure? 

Conozco muy poco en detalle lo acontecido, pero que es apenas un incidente en un país cuyo control en gran parte de su territorio ha sido rendido a las fuerzas narcoterroristas colombianas que divididas compiten o se asocian con grupos militares venezolanos que a menudo generan lo que ellos como parte de su oficio llaman “ajustes de cuentas”. Es una demostración del estado actual de la fuerza armada nacional, la más costosa de América latina y al tiempo la más ineficiente y corrupta bajo la dirección cubana. Las autoridades colombianas conocen mejor que nadie ese escenario tan peligroso para ellos como para nosotros.

—¿Cómo ve el futuro de Colombia hacia el 2022 con una presencia activa de la guerrilla colombiana en Venezuela y la masiva inmigración de venezolanos en estado de extrema pobreza huyendo del régimen? 

Estoy leyendo un libro. (Thinking the Unthinkable) “Pensando lo Impensable” de Nick Gowing; un brillante analista británico que alerta a los líderes a no dejar de pensar en lo impensable por más impensable que les parezca. Un ejemplo sería una Colombia que elija un gobierno radical que cuente con el apoyo de las fuerzas narcoguerrilleras asociado a la narcotiranía de Maduro-Padrino. Y que a la par regrese Lula al poder. Todo parece impensable hasta que deje de serlo. 

El presidente Iván Duque, al recibir a un millón y medio de compatriotas que huyen a su país, ha dado un ejemplo histórico de generosidad que supera incluso a la Alemania de Merkel que recibió cerca de un millón del Medio Oriente. No tengo dudas de que en ese proceso los recursos humanos venezolanos contribuirán a fortalecer la capacidad productiva de Colombia, al igual que los colombianos que vinieron a Venezuela fortalecieron la nuestra. Pero el caso admirable de Duque no tiene comparación pues los colombianos que llegaron a nuestro país no lo fueron de una sola oleada sino durante muchos años estimándose en unos cuatro millones. Al contrario, los nuestros les llegaron a Colombia en apenas dos años, lo cual compromete mi admiración por el pueblo colombiano.

Lo que pasa en Myanmar, y la comunidad y los organismos internacionales poco o nada han hecho. Hace poco días las fuerzas de seguridad birmanas advirtieron que dispararían a los manifestantes «por la espalda y la cabeza» si continuaban desafiando su autoridad. Usted conoce a fondo el tema internacional. ¿Qué se puede esperar entonces para Venezuela cuando el ataque a la población ha sido milimétrica y sistemáticamente implementado?

Los militares en Burma o Myanmar vienen asesinando fundamentalmente a jóvenes desarmados que protestan en las calles contra el golpe militar que derrocó a Aung San Suu Kyi y a su gobierno en febrero de 2021, pero desde 2017 ha obligado a más de medio millón de musulmanes rohingyas a huir al vecino Bangladesh, en lo que las Naciones Unidas denominaron un «ejemplo de libro de texto de limpieza étnica».  Sin embargo, el Consejo de Seguridad de la ONU se limitó a condenar solo la represión violenta de las protestas pacíficas en Birmania, pero no reconocer como golpe de estado el derrocamiento del Gobierno porque China y Rusia rechazan que se califique lo sucedido como un golpe de Estado y que se les sancione porque es un “asunto interno del país”. Exactamente la misma posición que ambos países cómplices del Maduranato asumen en nuestro caso. Convertidos en los principales cómplices de atrocidades en el mundo. Es evidente que esa posición es la que viene impidiendo que el consejo de seguridad se active en nuestro caso. Nada que esperar y crecientemente nuestra situación viene perdiendo atención mundial que nos obliga a apelar a lo que podamos hacer los venezolanos. Esa es la tarea pendiente que tenemos todos.

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