Este lunes la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela encabezada por Juan Guaidó ha decidido prorrogar su mandato por un año más. Para ello han modificado el “Estatuto que rige la transición a la Democracia” en el país sudamericano (una suerte acuerdo común firmado entre las formaciones políticas que avalan la existencia del “gobierno interino”).
Con esta decisión se suscribiría tanto la continuidad de la AN electa en 2015 como la del propio Guaidó como “Presidente interino” de Venezuela.
Sin embargo dicho órgano legislativo ha visto decaer su margen de maniobra real, sobre todo luego de que en diciembre de 2020 el tirano Nicolás Maduro diese luz verde a la convocatoria de unas truculentas elecciones de las que salió electa una nueva Asamblea Nacional, para contraponerla a la liderada hasta entonces por Juan Guaidó.
A pesar de que varios países del mundo han seguido respaldando la existencia de un “gobierno interino” alternativo al encabezado en Venezuela por el dictador Nicolás Maduro, el poder del interinato se ha venido diluyendo en el tiempo, al no poder controlar casi ninguna de las competencias reales que debe ejercer un gobernante en su país y, peor aún, al no haber logrado que Maduro y los suyos hayan sido desalojados del poder.
El titular de la presidencia interina ha celebrado la nueva prórroga que ha recibido su mandato: “Este acuerdo es fundamental para la defensa de la causa democrática venezolana. Desde la lucha por la legitimidad en los espacios de representación internacional del Estado venezolano hasta la defensa de nuestros activos en el exterior, estos espacios son una base desde la cual se ha consolidado la mayor campaña de presión contra el régimen dictatorial de Nicolás Maduro”
Al día de hoy Guaidó solo mantiene, en teoría, el control de dos empresas del Estado venezolano en el exterior: Citgo y Monómeros, al tiempo que también sigue siendo reconocido al menos formalmente por los Estados Unidos como el Presidente de Venezuela.
Esta no es la primera ocasión en la que Juan Guaidó y su entorno prorrogan su permanencia de un gobierno interino que, en el plano formal, nunca debió durar más de un año. En enero próximo el líder opositor cumplirá tres años de haberse juramentado como Presidente interino de la nación sudamericana.
De allí que el partido político Vente Venezuela, encabezado por María Corina Machado, haya decidido hacer pública su negativa a respaldar el ejercicio de continuidad planteado por Guaidó y su entorno. La razón esgrimida para ello es que “Su ruta se agotó y perdió el objetivo único que tenía: articular la liberación de Venezuela”.
Además, la formación política de Machado señaló que en este momento está enfocada “en la propuesta ciudadana de elección popular para renovar el liderazgo, y para ello vamos a trabajar con todos los venezolanos y organizaciones políticas y civiles”. Todo ello en alusión a un planteamiento público hecho semanas atrás que consiste en convocar a una elección transparente entre las filas opositoras venezolanas para elegir nuevos líderes dentro de ella.
