Desde hace algunos días, la izquierda peruana viene promoviendo el adelanto de elecciones generales para desinflar la moción de vacancia presidencial y bloquear a la oposición de derecha en el Congreso, quitándole la única bandera que todavía conserva: la destitución de Pedro Castillo, desgastado políticamente por su incompetencia y presuntos casos de corrupción.
La iniciativa vino del presidente del Consejo de Ministros (PCM), Aníbal Torres, quien aseguró a la prensa que la propuesta de adelanto de elecciones había sido incluida en el mensaje que Castillo pronunció ante el Pleno del Congreso el pasado lunes 14; sin embargo, este último habría decidido retirar el anuncio a última hora en “un último intento por la concertación”.
«Ha faltado un anuncio que, a última hora, hemos decidido, él decidió no hacerlo. Me manifestó, ‘doctor, vamos haciendo un último intento por la concertación en el Congreso, para corregir esta inestabilidad política que existe’, ‘puede ser que podamos lograr ponernos de acuerdo para afrontar los grandes problemas que tiene el país’; por esa razón, no hizo el anuncio de adelanto de elecciones generales, esa es la verdad”, dijo Torres en un pronunciamiento desde Palacio de Gobierno, sede del Ejecutivo.
La misma propuesta del premier Torres es compartida por el expresidente interino Francisco Sagasti, quien ocupó brevemente la máxima jefatura del Estado peruano cuando su Partido Morado (centroizquierda) aprovechó la crisis política surgida tras la destitución de Martín Vizcarra y se hizo con el Ejecutivo, promoviendo protestas callejeras contra la sucesión constitucional del entonces presidente del Congreso, Manuel Merino.
Sagasti, experto en capitalizar momentos de zozobra como los que padece el país andino con el actual gobierno comunista, opinó en una columna del diario izquierdista La República que una opción para “superar el entrampamiento político” es presentar un proyecto de ley de reforma constitucional que acorte los períodos presidencial y congresal
“Que la ciudadanía se organice para presentar un proyecto de ley de reforma constitucional que acorte los períodos presidencial y congresal. La Ley 26.300 y sus modificaciones regulan los derechos de participación y control ciudadano (…) De acuerdo con los artículos 32 y 206 de la Constitución, esta iniciativa se concretaría mediante la aprobación por la mayoría absoluta de 66 congresistas y un referéndum de ratificación”, escribió Sagasti.
Publicada este domingo 20, la propuesta de Sagasti se esparció rápidamente por los principales medios de comunicación -voceros del eslogan “Que se vayan todos”, campaña de la izquierda caviar contra Pedro Castillo y el Congreso-, ansiosos por replicar las palabras de quien es, hasta el día de hoy, señalado como uno de los responsables de que Castillo hoy ocupe la presidencia.
Cabe recordar que, a pocos días de abandonar el gobierno, la gestión de Sagasti emitió la resolución N° 000047-2021-DP/SG con la que se modificó el Clasificador de Cargos del Despacho Presidencial, documento que describe los tipos de cargos y requisitos mínimos para ejercerlo. Con esta resolución, cambiaron los requisitos para ejercer el puesto de Secretario General de la Presidencia, cargo que terminó ocupando Bruno Pacheco, hoy investigado por desbalance patrimonial que evidenciaría el presunto delito de enriquecimiento ilícito.
“Han hecho clic”
Consultada sobre la idea de Sagasti, la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, aseguró que el planteamiento del expresidente “es respetable como la de cualquier otro ciudadano”.
“Se parece mucho a la iniciativa del premier Aníbal Torres, del proyecto de ley que quería adelanto de elecciones, creo que están en combinación o han hecho clic entre lo que piensan”, puntualizó irónicamente.
La propuesta solo favorece al Partido Morado
Para Raúl Labarthe, director del portal El Reporte, la propuesta de Sagasti no es solo “insólita”, sino que esconde el interés de parte del expresidente y el Partido Morado de “resetear” la coyuntura política para sacar provecho de un nuevo escenario electoral, buscando revertir sus pobres resultados en las elecciones generales 2021, donde apenas consiguieron un 2% de los votos y solo 3 congresistas en el Parlamento.
“La insólita propuesta de Francisco Sagasti, expresidente por causales fortuitas y hasta hoy cuestionables, de insistir en el mensaje populista de ‘que se vayan todos’, una etiqueta propagandística que los caviares han promovido desde hace ya varios meses, esconde el evidente interés de ganar algo ahí donde no tienen nada. Es el reseteo perfecto que requiere aquel que busca empezar de cero ante una situación que le representa un balance desfavorable”, explica.
“El Partido Morado, y con ello Sagasti, no es ajeno a las riñas circunstanciales y pequeñas de la política. Es imposible dejar de subrayar que una fórmula de ‘que se vayan todos’, con toda obviedad, beneficia en mayor medida a quienes fueron castigados en las más recientes elecciones. Pocos parecen entender que Francisco Sagasti, quien se pavonea hoy como si fuese un expresidente elegido por mandato popular, fue castigado en las urnas en el 2021, cuyo partido político obtuvo apenas un puñado de congresistas”, agrega.
Labarthe cree que la propuesta de Sagasti solo favorecería a Castillo -quien permanecería en el poder y sería responsable de organizar el proceso- y el Partido Morado, y que unas nuevas elecciones no resolverían la grave crisis política que padece el Perú.
“Convocar a elecciones generales de manera anticipada dejaría a Castillo o a Dina Boluarte, radicales y presuntos corruptos, a cargo de llevar a cabo el proceso electoral. Con la montaña de evidencias existentes de que Perú Libre no deja un solo ápice de espacio a la independencia de las instituciones, ¿es inteligente dejarlo a cargo de las elecciones que, se supone, serían las llamadas a resolver la crisis? No, no lo es. Es sólo aquello que le sirve al Partido Morado y a quienes perdieron en de abril 2021”, advierte.
