Los agricultores de la Vega del Tajuña, un paraje natural único en la Comunidad de Madrid, se concentraron de nuevo este domingo en la Plaza Mayor de Chinchón para denunciar que las ocupaciones ilegales están provocado una gran catástrofe ecológica y para exigir al gobierno regional medidas urgentes.
La Vega está siendo destruida a gran velocidad por la instalación de viviendas, todas ellas prohibidas, y con el vertido de aceites que contaminan el subsuelo y, en consecuencia, el Río Tajuña, el segundo de mayor longitud de la cuenca del Tajo.
Los agricultores, que mostraron su preocupación porque su único patrimonio, la agricultura, se está perdiendo por la destrucción de la Vega, estuvieron arropados por el eurodiputado de VOX, Hermann Tertsch, y la concejal-portavoz de la formación en el Consistorio, Yolanda Torres. Ambos recordaron que la Vega es una joya natural sin igual en la región.
Las construcciones ilegales han llenado la Vega de vertederos, desguaces, derrames contaminantes y pozos negros ilegales sin que un solo ecologista levante la voz. «Queremos una Vega limpia y sin vallas, hoy es un vertedero», reiteraron los agricultores en la concentración en la Plaza de la localidad.
Así, alertaron de la creciente violencia, y de las amenazas y de los robos que sufren por clanes -en ocasiones procedentes de la Cañada Real– que impiden el paso de tractores y «destruyen la convivencia».
«Hay multitud de edificaciones sin ningún tipo de licencia. No tienen ni alcantarillado. [Los clanes] tiran los residuos a la tierra, provocando una catástrofe medio ambiental que repercute directamente en nuestras vidas», denunciaron los agricultores.
«La situación es desesperante. Los robos son permanentes y la inseguridad es extrema», agregaron, antes de pedir a la Comunidad medios y ayuda porque «si sigue esta situación, el uso agrícola de la tierra se perderá y se generarán unas pérdidas inasumibles».
