El aquelarre socialista comenzó con cuatro horas de retraso. Uno de sus ponentes principales, el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, decidió no llegar y quedarse en una reunión con su amigo personal, el tirano Nicolás Maduro.
Los exponentes del evento fueron el prófugo de la justicia Rafael Correa, el tirano Evo Morales y el expresidente destituido de Paraguay, Fernando Lugo, quienes rindieron pleitesía a la tiranía chavista al calificar de “gran victoria” el fraude parlamentario del domingo 6 de diciembre.
Ante la ausencia de Zapatero, el prófugo Rafael Correa quiso enaltecer al líder socialista español hablando sobre la Alianza de Civilizaciones.
Según el fugitivo ecuatoriano, dicha alianza fue “el primer momento en el que se reconoce que había distintas civilizaciones y somos distintos, pero ninguno es mejor que otro”.
Correa, fiel a su discurso socialista, aseguró que el mundo se enfrenta “al final de la historia por el comienzo de la era del consumismo y el liberalismo democrático que buscan una sociedad estandarizada por el consumismo”.
El prófugo criticó que “para la sociedad norteamericana time is money” y propuso como alternativa “eliminar la pobreza y conseguir que los ciudadanos tengan lo fundamental”.
Correa arremetió contra la “discriminmación de la mujer” y reprochó que haya «familias de abolengo que tengan privilegios”.
El expresidente ecuatoriano dijo que deben respetarse “los derechos fundamentales de las personas”, pero aseguró que la Carta de los Derechos Humanos de la ONU “está desfasada porque contempla el derecho a la propiedad intelectual y no contempla mucho la protección de la naturaleza”.
Haciendo gala de su vena comunista, Correa pidió “la adecuada distribución de los recursos que no entra dentro de la mente liberal”.
Según el imputado, “para un liberal dejarse abusar es mejor que morir”.
“Uno de los rasgos más tremendos de esta injusticia es el tema que se dio en las hipotecas en España. Hubo una burbuja inmobiliaria en la que se daban hipotecas a todo el mundo, hipotecas desmesuradas porque pisos de €50,000 se vendían por €250,000, pero cuando estalló la burbuja inmobiliaria la gente tuvo que entregar su piso y seguir pagando la hipoteca, esto supuso la supremacía del capital”, dijo el líder socialista.
Por otra parte, el tirano boliviano Evo Morales, hizo una analogía sobre la expansión del coronavirus, asegurando que las primeras pandemias fueron culpa de los españoles que llegaron a América.
El imputado por terrorismo negó que su última elección como presidente fuese un fraude, y se dijo víctima de un golpe de Estado.
El líder indígena trajo a colación un recuerdo de sus conversaciones con el tirano venezolano Hugo Chávez, quien le recomendó que no se dejara provocar por la oposición en sus intentos de restaurar la democracia.
“Sentí que me estaban provocando y nosotros aguantando”, dijo Morales sobre lo ocurrido hace un año, que derivó en su renuncia.
Evo, quien es investigado por pedofilia, aseguró que en las últimas elecciones presidenciales en Bolivia se “recuperó la democracia y la patria”.
Obviando su pasado como represor de las libertades, el tirano hizo un llamado a trabajar por Bolivia “sin violencia, heridos o persecución política”.
El socialista hizo un llamado a terminar con el capitalismo por medio de la “justicia social”.
