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La mayoría procede de Irak, según el Ejecutivo polaco

Más de 3.000 inmigrantes ilegales tratan de asaltar la frontera de Polonia con la connivencia del Gobierno bielorruso

Miles de ilegales tratan de asaltar la frontera de Polonia con Bielorrusia. Reuters

Polonia está sufriendo este lunes un asalto a su frontera por parte de más de 3.000 inmigrantes ilegales procedentes de Oriente Medio, la mayoría, según fuentes del Gobierno polaco, de Irak.

El asalto cuenta con la connivencia del Gobierno de Bielorrusia, al que Varsovia acusa de impulsar una «guerra híbrida». «Aleksandr Lukashenko está tratando de desestabilizar Polonia, Lituania y Letonia para obligar a la Unión Europea a levantar las sanciones impuestas al régimen de Minsk», ha señalado el Ejecutivo polaco.

Así, ha afirmado que está tomando las medidas adecuadas para defender la frontera polaca, que también es la frontera exterior de la OTAN y la Unión Europea. «Estas acciones también cuentan con el apoyo de los polacos, que esperan que las autoridades polacas protejan la frontera de Polonia en primer lugar», ha señalado,

Por el momento, más de 10.000 los soldados polacos apoyan las operaciones en la frontera, un número que podría aumentar en las próximas horas.

Polonia ya ha recibido el apoyo del presidente de Lituania, Gitanas Nausėda, que ha manifestado que están dispuestos a brindar «todo el apoyo posible (…) para superar el problema de la inmigración ilegal».

Desde principios de año, la guardia fronteriza de Polonia ha registrado más de 30.000 intentos de cruzar ilegalmente la frontera con Bielorrusia. Además, desde el pasado mes de septiembre casi 200 localidades polacas están en estado de emergencia por la presión migratoria.

La avalancha de hoy ha llegado dos semanas después de que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señalara que no iban a destinar fondos europeos para la construcción de muros en la frontera exterior de la Unión Europea para reforzar la seguridad, a pesar de que al menos una decena de países así lo pidieron en la cumbre de líderes de la UE en Bruselas. «Se discutió (…). Se habló de infraestructuras físicas, pero fui muy clara respecto a que no habrá financiación de alambradas ni de muros», dijo.

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