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Profesor e investigador peruano de la Universidad de San Martín de Porres
Profesor e investigador peruano de la Universidad de San Martín de Porres

Miklos Lukacs: ‘Desconfío justificadamente de las llamadas vacunas’

12 de diciembre de 2020

Josep Maria Francàs entrevista al profesor Miklos Lukacs, investigador de Ciencia y Tecnología de la Universidad de San Martín de Porres en Lima, Perú.

Pregunta: ¿Está cerrada la crisis política en Perú?

Respuesta: No, lo que podemos esperar es una serie de crisis y una creciente intervención del estado en la vida de los peruanos. Se abre, sin duda alguna, el camino hacia una nueva Constitución Política. Ese es el objetivo principal de los caviares – etiqueta asignada a los progresistas globalistas en Perú – quienes desde sus ONG de “prensa independiente” y “derechos humanos” mueven los hilos del poder desde la caída de Fujimori.

—Eso ya ocurrió en Chile, ¿son procesos parecidos?

—El guión es exactamente él mismo: narrativa polarizante de una prensa sostenida con los impuestos de los contribuyentes y coludida con el poder político de turno encabezado por políticos progresistas —no solo de izquierda sino también de un sector pro-aborto y agendas LGBT, feminista y cientifista de la derecha «libertaria-liberal»— para alimentar estas tensiones. Vemos también un ataque frontal político-mediático a personajes públicos no alineados con la agenda progresista, el surgimiento de violentas protestas «espontáneas», presión creciente sobre los derechos de la ciudadanía, infiltración y debilitamiento de todos los poderes del estado, intervencionismo de ONGs, caos, inseguridad, golpe a la iniciativa y emprendimiento privados y «legitimación» posterior de parte de una población ignorante, asustada y/o cómplice de todas estas políticas liberticidas. En todos los países de Occidente se apunta hacia nuevas constituciones o reformas constitucionales mayores para homogeneizar la institucionalidad formal a nivel global. La estandarización de la arquitectura institucional facilita el control sobre las poblaciones y el libre flujo de data y activos financieros entre otros.

—Si hay un guión, hay un escritor, ¿quién hay detrás?

—La intuición popular apunta a esta abstracción llamada «Nuevo Orden Mundial» que no es otra cosa que la verticalización y concentración de poder político a nivel global. Los villanos más conocidos son Gates, Soros y el Sistema de Naciones Unidas. Es justo señalar que esta intuición es correcta pero incompleta y poco precisa. En la cima de la cadena de poder actual se ubican los metacapitalistas, término de Olavo de Carvalho, referido a individuos con tanto poder económico que son capaces de jugar fuera de las reglas del capitalismo e incluso, redefinir esas reglas. Otro nombre que reciben es el de «filántropos». Gates y Soros no son los únicos. Para efectos didácticos los podemos agrupar según su principal rubro empresarial. Big Tech o gigantes tecnológicos (Amazon, Apple, Facebook, Microsoft, Google, etc.), Big Finance (fondos y banca de inversión como Blackrock, Vanguard, JP Morgan, etc.), Big Pharma, etc. Son los fundadores, directores y/o principales accionistas de estas organizaciones. Un punto revelador es la endogamia de pensamiento. Todos están identificados con y son promotores activos de la agenda progresista (ambiente, aborto, género, LGTB, racismo, multiculturalismo). Los más activos política y mediáticamente operan mediante «fundaciones» para canalizar dinero a todas las estructuras de poder que literalmente alquilan. Naciones Unidas, ONG, prensa, universidades, think tanks, partidos políticos, etc. Lo hacen a través de «donaciones», “fellowships”, invitaciones a eventos internacionales, etc. El abanico de incentivos no se restringe a la entrega de dinero. En términos estrictos no cometen actos ilegales, pero sí compran de facto esas estructuras de poder para implementar su visión de progreso. La idea clave es esta: a través de la «filantropía», los «filántropos» privatizan el poder político a nivel supranacional, nacional, regional y local. Se puede hacer un símil con el modelo de Trickle down de la economía. Incentivos para los operadores, desincentivos para los opositores. Una organización central en este esquema que funge de plataforma «independiente» y tecnocrática es el Foro Económico Mundial. Davos es solo el inicio de un calendario anual de reuniones en las que estos sujetos y sus operadores políticos, mediáticos y/o académicos en planilla literalmente definen qué dirección tomará el mundo. Luego usan las estructuras de poder para implementar esas agendas en todos los países. Por ejemplo, las políticas de enfoque de género. Su bandera es la del arcoíris, esa es la bandera del progresismo globalista y no del colectivo LGTB.

—Los recientes disturbios de Guatemala, ¿están también en el guión?

—Claramente. El presidente Giammatei es un enemigo declarado de los postulados progresistas, principalmente en lo que se refiere a la oposición al aborto. De manera coincidente – en otras palabras, repitiendo el guión – pocos días después de su declaración pública contra el aborto, el lumpen de la izquierda radical, salió «espontáneamente» a protestar «contra la corrupción». Resulta paradójico que los representantes locales del progresismo globalista disfrazados de organizaciones de la «sociedad civil» luchen contra la corrupción mientras venden su país a intereses privados y externos. La protesta en Guatemala terminó con el congreso incendiado, un presidente legítimo debilitado y una sociedad guatemalteca mucho más vulnerable al recorte de sus derechos y libertades.

—¿Qué más países son objetivo y van a empezar a desestabilizarse?

—Finalmente todos los países serán el objetivo. Desconozco el orden pero es razonable pensar que irán cayendo por su peso político y económico. Revisemos las seis economías más grandes de Hispanoamérica. Salvo Brasil, debido a la presencia del presidente Bolsonaro, y México, liderado por el impredecible López Obrador, los demás ya han caído. Argentina se hunde bajo la mafia kirchnerista, Colombia, está totalmente contaminada por el progresismo mediático, oenegero y académico con la venia cómplice de Duque y el Chile de Piñera está completamente sometido. Este último, ejemplo de desarrollo y civismo en la región, tendrá nueva Constitución. Ahora le toca a Perú bajo la mafia de los progresistas locales que han podrido todo el aparato de justicia, copado el poder ejecutivo y prostituido el legislativo. El ‘presidente’ Sagasti proviene del Partido Morado, el partido con menos representación en las últimas elecciones pero hervidero de caviares oportunistas. Vendrán los demás, sin duda alguna. En el caso de Brasil, la propaganda anti-bolsonarista de la prensa progresista local e internacional será brutal. Tendrán que sacarlo, legal o ilegalmente, como están intentando hacerlo con Trump en EE.UU. Ninguno se salva, el proyecto globalizador no hace distinciones. Como mencioné anteriormente, nueva constitución o grandes reformas constitucionales para estandarizar la institucionalidad.

—Esos metacapitalistas o filántropos, ¿qué buscan si dinero ya tienen y de sobra?

—Pensar que solo buscan dinero es un error mayor. Cuando te sobra dinero, tus intereses y objetivos cambian. Tu autopercepción también. La arena no es valiosa porque sobra, igual pasa con el dinero cuando sobra. Lo que se busca entonces es trascender, dejar un legado, una marca en la historia tan grande como la arrogancia que los motiva. Lo que algunos ‘filántropos’ buscan —Gates y Soros son solo dos de los más mediáticos— es imponer su visión de progreso en el mundo. Y aquí cabe señalar que, independientemente de sus sectores económicos, todos comparten una visión utilitarista, materialista, relativista y universal de progreso en donde se busca que el cristianismo – gran dique de contención contra el relativismo globalista – sea remplazado por el cientificismo, que no es otra cosa que la fe en la ciencia. A esto me refería con la endogamia de pensamiento. Además, todos abrazan la misma bandera, la del arcoíris.

—A todo esto aparece un virus con ‘pandemia’, ¿casualidad?

—Es muy difícil probar que la pandemia fue planificada pero también que no lo fue. Yo tiendo a pensar en la primera opción en base a los siguientes hechos: 1) El virus se origina en China, un paìs impermeable a la fiscalización externa e interna; 2) El epicentro de la pandemia fue Wuhan, segundo cluster biotecnológico en importancia en China y ciudad que alberga un Instituto de Virología BS-4, el nivel más alto de bioseguridad posible. Solo unos pocos laboratorios cuentan con esta calificación y esto indica que en estos laboratorios se manipula material vivo genéticamente. 3) Pocos meses antes de la ‘espontánea’ aparición del virus se realizó el Evento 201, un simulacro de pandemia que contó con el auspicio, entre otros, de la Universidad de Johns Hopkins (fuertemente financiada con «donaciones» de la Bill & Melinda Gates Foundation, Michael Bloomberg y demás fundaciones “filantrópicas”), la propia Bill & Melinda Gates Foundation y el Foro Económico Mundial. Todos estos gigantes son parte interesada en la narrativa de nueva normalidad, reseteo y cuarta revolución industrial que se está impulsando contra viento y marea. 4) La respuesta de la prensa y los gobiernos sometidos a la agenda progresista celebrando la «valentía y liderazgo» de Xi Jinping mientras atacaban duramente a Trump, Bolsonaro y Orban por sus políticas sanitarias domésticas; 5) La actuación tardía y ambigua de la Organización Mundial de la Salud con el comunista, Tedros Adanom a la cabeza, candidato de China y ex-asalariado de la Fundación de Gates. 6) La inmoral intervención de la prensa en una campaña de desinformación y confusión de la opinión pública a niveles nunca antes vistos. Todo esto con la venia de los gobiernos que las financian con dinero de los contribuyentes. 7) Las desmedidas políticas de confinamiento y restricción de libertades cuyo impacto económico es completamente desproporcional al grado de virulencia, letalidad y mortalidad del virus. Hay más elementos que me llevan a pensar que esta “crisis sanitaria global” es solo un gigantesco proyecto de ingeniería social pero creo que los señalados constituyen sólida evidencia que, en el peor de los casos, sirve para inferir inequívocamente que esto fue deliberado. No hay que olvidar otro detalle más: Trump es el principal obstáculo para la implementación de la agenda del Foro Económico Mundial pero también de los planes expansionistas de China. Biden apunta al mismo multilateralismo aplicado por Obama. Trump es el enemigo común de estos cómplices que comparten aspiraciones por la supremacía tecnológica, control total y una visión utilitarista y materialista de progreso. No tengo la menor duda que en Occidente se pretende implementar un modelo de vigilancia y control igual o similar al que ya opera en China desde noviembre del año pasado.

—¿El modelo de futuro para todos es China?

—Estimo que sí, por lo menos para los próximos 10-20 años. Lo que se busca es el control total de la población, principalmente con fines demográficos (reducir y estabilizar la producción, la abundante evidencia la encontrarán en miles de documentos y discursos de agentes de la ONU, «filántropos», artistas de Hollywood, académicos rentados, prensa, etc.) pero también con fines de refinamiento tecnológico. Durante estos confinamientos a nivel global se han estado «entrenando» diferentes modelos algorítmicos de inteligencia artificial para medir consumo, producción, tráfico, transporte, emisiones contaminantes, inversión, seguridad, etc., toda actividad en diferentes países para refinar las capacidades predictivas y la toma de decisiones por parte de algoritmos. Por eso notarán que se toman medidas absurdas en algunos países que luego se replican en otros. Espero que entiendan la idea. La gigantesca data generada por este paro forzado y deliberado de las sociedades y sus economías —la famosa Big Data— se está usando para entrenar estos algoritmos. Sugiero que estudien los conceptos y aplicaciones básicas de IA para que no les parezca ciencia ficción. No lo es, la ignorancia generalizada sobre estos temas fuerza a la gente a calificar esto de «conspiración». Retomando la respuesta, controladas las poblaciones, las asimetrías de poder político, económico y de información entre controladores y controlados serán tan gigantescas que no veo posibilidad alguna de revertir esa tiranía durante varias décadas.

—Algo que decir de las vacunas, hay preocupación…

—Sobre la base de mis anteriores respuestas, desconfío justificadamente de las llamadas «vacunas». A la justificada desconfianza que me generan los gobiernos prepotentes y sometidos a la agenda progresista y sus medios de prensa rentados, se suman algunas consideraciones importantes. 1) La tasa de mortalidad del virus en personas sanas menores de 65 años es 0.4%. ¿Qué necesidad hay de «vacunarse» con una enfermedad cuya tasa de mortalidad es menor a la posibilidad de morir atropellado? 2) El tiempo de desarrollo de las vacunas es de 7-20 años e incluye pruebas en animales para certificar que son completamente seguras. No es posible señalar 100%, aunque a eso se aspire, porque siempre se producen daños colaterales. Hay, incluso grupos antivacunas que han documentado atrocidades en campañas de vacunación de otras enfermedades, sobre todo en países en vías de desarrollo. Aquí se nos quiere vender la idea de “vacunas” 92- 95% “seguras”. ¿Qué clase de “seguridad” es esa? Nuevamente, 0.4% de mortalidad, vs 95% de “seguridad”. Es más probable que te mueras por un efecto adverso causado por la vacuna que por el COVID. 3) Tres de las nueve principales empresas trabajando en el desarrollo de esta vacuna están utilizando por primera vez ARN mensajero. Vacunas así jamás han sido utilizadas en personas, menos a escala global, solo en animales. Las vacunas con ARN mensajero potencialmente pueden modificar nuestro genoma o incluir un ARN que le ordene a nuestras células producir cualquier tipo de proteína. Nos dicen que será una proteína para combatir el virus pero también podría ser una proteína que afecte procesos bioquímicos a todo nivel, por ejemplo en la producción de espermatozoides u hormonas. Pueden codificar la síntesis de cualquier proteína. Como dato adicional, para variar, Bill Gates es financista de Moderna, una de las tres empresas trabajando en vacuna ARNm y una de las dos que ya está en el pipeline de la FDA de los EE.UU. para recibir aprobación. Gates ya invirtió 16 millones de dólares en Moderna en 2016 y ha comprometido 100 millones más este año. Solo por ese hecho, que sea vacuna ARNm, jamás aceptaría que me inyectaran eso. Razones, todas las que he dado. No confío en quién me miente o desinforma sistemáticamente. Otro dato es que con vacunas altamente inseguras cuya urgencia en la aplicación y tasa de mortalidad COVID es difícil justificar, los gobiernos y las empresas farmacéuticas no asumen ninguna responsabilidad legal por daños colaterales. Por favor, esto ya es tomadura de pelo. Dicen que no serán obligatorias pero basta que te digan que sin vacuna no puedes trabajar o viajar para que de facto lo sean. Hay otras especulaciones como por ejemplo el uso de chips, nanobots, etc. Parecen cosas absurdas pero, aunque no tenga evidencia y no pueda afirmar que será el caso, si puedo decir que ese tipo de vacunas son técnicamente posibles.

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