La Real Unión de Criadores de Toros de Lidia alerta del desajuste entre oferta y demanda de toros. Tras la reducción de la cabaña brava en plena pandemia, el crecimiento de los festejos taurinos ha terminado propiciando un desequilibrio que ascenderá al 20% en la temporada que ahora comienza.
La evolución de vacas reproductoras bajó de 40.703 a 30.615 entre 2019 y 2023. En cuanto a los machos herrados, el paso ha sido de 11.422 a 10.057 durante el mismo periodo. En la práctica, esto ha hecho que la cifra de machos útiles para festejos taurinos haya evolucionado a la baja, con una caída del 12,3% en cuanto a los novillos disponibles y del 19,9% en lo referido a los toros que se pueden lidiar.
No hay que olvidar que el número de espectáculos ha aumentado en los últimos años. Si en 2019 hubo 468 corridas de toros, 270 novilladas, 325 festejos de rejones y 228 festivales, el registro presentado por la RUCTL para 2023 eleva estas cifras a 520 corridas, 312 novilladas, 286 festejos de rejones y 170 festivales, lo que arroja un nivel de actividad más elevado.
El ajuste no se habría producido de no ser por la incidencia de la pandemia, cuando el número de espectáculos programados se redujo a su mínima expresión a raíz de las restricciones sanitarias, con apenas 73 corridas de toros, 18 novilladas, 48 festejos de rejones y 25 festivales. Tras la reapertura en 2021 y el año récord que supuso 2022, la temporada 2023 permitió estabilizar el mercado —pero la materia prima escasea ahora por las decisiones de ajuste que debieron tomar los ganaderos en 2020.
Los toros bravos lidiados por las ganaderías de la RUCTL en festejos mayores celebrados en suelo europeo ascendieron a 7.449 en la temporada 2023. En cambio, la perspectiva de cara a 2024 arroja una expectativa de caída del 20%, de modo que esta cifra podría situarse en el entorno de los 6.000 animales. El peso de otras asociaciones ganaderas es tradicionalmente menor en el circuito de festejos mayores, pero puede aumentar debido a esta circunstancia como fórmula para paliar la escasez.
La RUCTL también ha destacado que los costes de crianza del toro han sufrido un fuerte incremento en los cinco últimos años. Bajo gobierno de Pedro Sánchez, el precio de los productos zoosanitarios aumentó un 25%, el del pienso subió un 40%, el del forraje creció un 150%, el de mantenimiento de las instalaciones se elevó un 36% y el del gasóleo repuntó un 47%. En suma, se estima que estos gastos asociados a la crianza del toro son ahora un 48,5% más caros.
La RUCTL espera que estos datos sirvan como «una llamada de atención» sobre la situación que presenta la oferta ganadera en la actualidad y en los próximos años. Con todo, sus directivos, han querido trasladar «un mensaje de optimismo ante las próximas temporadas», y han coincidido en afirmar que «tras muchos años de esfuerzo y selección, la oferta por fin se va ajustando a la demanda».
Por otro lado, el organismo representativo del campo bravo ha informado de los proyectos en los que se encuentra inmersa la institución, tales como la digitalización de la entidad, la defensa del bravo en las Instituciones Europeas, concretamente, en la reforma del Reglamento de Transporte y Bienestar Animal que se está abordando actualmente en el seno de la Comisión.
