El trabajo de Mario Sánchez Avilés en la Universidad de Valladolid ofrece un nuevo vistazo al efecto económico de la tauromaquia en la producción española. Según los cálculos del autor, «el impacto directo de la Fiesta es de 424,9 millones de euros, cifra a la que se suman otros 158,1 millones de generación de negocio indirecta». Estas cifras no recogen otros efectos inducidos sobre la economía, cuya incorporación deja un impacto total de 1.400 millones.
El estudio realizado se ha sumergido en las cifras de diversos operadores del sector gracias a la participación de la ganadería de José Enrique Fraile de Valdefresno, el novillero Mario Navas, el mozo de espadas Adrián Navas o el director operativo de Tauroemoción, Nacho de la Viuda.
El documento muestra que «el aumento de los precios debido a la inflación ha disparado los costes de los ganaderos en 2023 (pienso, gasolina, forraje…). Según la investigación, los gastos generales de una ganadería de lidia mediana superarían los 233.260 euros para un año completo. El coste unitario por utrero estaría sobre los 3.741 euros y el de un cuatreño, en 4.610 euros, cifras a las que llegamos tras realizar la correspondiente imputación de gastos».
Asimismo, el autor repasa los desembolsos de los toreros: «Por ejemplo, si hablamos de un matador de toros del grupo B, es decir, que torea una cifra de festejos cercana a los 30 espectáculos anuales, y si aplicamos los gastos y las amortizaciones pertinentes entonces se puede observar que para dicho profesional sus gastos medios por corrida serían de unos 12.400 euros».
Referente al coste por la organización de una corrida de toros en una plaza de segunda categoría, el trabajo encuentra que «se llegan a producir unos gastos de unos 163.00 euros en el caso de que los toreros sean del grupo B y cobren los honorarios de referencia. No obstante, si los matadores contratados tienen un caché superior, el presupuesto sería mucho más abultado«.