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Cambio de Tercio

La Economía del Toro

Diego Sánchez de la Cruz es colaborador habitual en prensa escrita, radio y televisión. Además, es director de la consultora Foro Regulación Inteligente, profesor universitario e investigador internacional del Instituto de Estudios Económicos. En clave taurina, participa en las tertulias y debates del canal Toros de Movistar, así como en otros espacios taurinos de medios, como EsRadio. Su proyecto "La Economía del Toro" es una de las cuentas más influyentes del sector taurino en redes como Twitter (+20.000 seguidores). Ha realizado decenas de estudios económicos y estadísticos del sector cultural taurino. Sus escritos taurinos de índole filosófico y artístico han sido reconocidos con el Premio Zumel de Ensayo Literario-Taurino en tres ocasiones.

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Diego Sánchez de la Cruz es colaborador habitual en prensa escrita, radio y televisión. Además, es director de la consultora Foro Regulación Inteligente, profesor universitario e investigador internacional del Instituto de Estudios Económicos. En clave taurina, participa en las tertulias y debates del canal Toros de Movistar, así como en otros espacios taurinos de medios, como EsRadio. Su proyecto "La Economía del Toro" es una de las cuentas más influyentes del sector taurino en redes como Twitter (+20.000 seguidores). Ha realizado decenas de estudios económicos y estadísticos del sector cultural taurino. Sus escritos taurinos de índole filosófico y artístico han sido reconocidos con el Premio Zumel de Ensayo Literario-Taurino en tres ocasiones.

El empresario taurino José María Garzón exige a RTVE la emisión de corridas de toros

1 de abril de 2023

José María Garzón ha remitido una carta a Elena Sánchez, presidenta de la Corporación Ratio Televisión Pública Española (CRTVE) para reclamar que el ente brinde más atención a la tauromaquia. El documento, al que ha tenido acceso La Economía del Toro, reprocha a la empresa estatal que, «con la salvedad de Tendido Cero y Clarín, no hay programación que cubra la actualidad de la tauromaquia, retransmitiendo o radiando los festejos que se celebran a lo largo y ancho de la geografía española». 

El empresario de plazas como Málaga, Córdoba, Santander o Almería denuncia que tampoco hay «espacios que ofrezcan espectáculos o contenidos taurinos desde la perspectiva del entretenimiento. Lo mismo puede decirse de la falta de cobertura informativa en los programas diarios de noticias». 

Para Garzón, «esta exclusión supone darle la espalda a millones de españoles y negarles el acceso a la tauromaquia, una expresión artística protegida como Patrimonio Cultural Inmaterial por la legislación y amparada asimismo por la Constitución, por la Ley de Salvaguardia del Patrimonio Cultural y por diversas sentencias del Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo». 

Así, «la trascendencia cultural de la tauromaquia tiene un reconocimiento explícito en nuestro Ordenamiento Jurídico. La Ley 18/2013, de 12 de noviembre, para la regulación de la tauromaquia como patrimonio cultural, así lo reconoce expresamente y declara que, en su condición de patrimonio cultural, los poderes públicos deben garantizar la conservación de la Tauromaquia y promover su enriquecimiento, de acuerdo con lo previsto en el artículo 46 de la Constitución (art. 3). Del mismo modo, establece que es competencia de la Administración General del Estado, garantizar la conservación y promoción de la Tauromaquia como patrimonio cultural de todos los españoles, así como tutelar el derecho de todos a su conocimiento, acceso y libre ejercicio en sus diferentes manifestaciones (art. 5.1). De igual modo, Ley 10/2015, de 26 de mayo, para la salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial, reconoce igualmente la Tauromaquia como patrimonio cultural y declara que lo que en ella se dispone se entiende sin perjuicio de las previsiones contenidas en la Ley 18/2013 (Disp. Final 6ª)». De igual manera, «el reconocimiento legal de la Tauromaquia como una manifestación inexorable de nuestro acervo cultural debe ponerse en consonancia con nuestra Constitución, de la que cabe destacar dos preceptos: de un lado, el artículo 46, que impone a los poderes públicos el deber de garantizar la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad; de otro, el artículo 44, que impone a los poderes públicos el deber de promover y tutelar el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho».

La carta recuerda que, «la Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales, que elabora el Ministerio de Cultura, señala que hay más de 10 millones de españoles con un grado de interés alto o medio por la tauromaquia. De igual manera, la Estadística de Asuntos Taurinos, que publica la misma instancia gubernamental, cifra en más de 18.000 el número de festejos celebrados anualmente en nuestro país. Los datos de la temporada 2022 acreditan, además, que la actividad taurina se incrementó en un 14% en relación con los niveles observados antes de la pandemia». 

Haciéndose eco de la argumentación sobre economía y toros que La Economía del Toro lleva años realizando, Garzón recuerda lo siguiente a CRTVE: «El hecho taurino no sólo atrae a aficionados y espectadores a las plazas; también genera riqueza y empleo; contribuye al equilibrio socioeconómico y a la vertebración de España, especialmente en las amplias zonas rurales de nuestra geografía que se ven afectadas por el fenómeno de la despoblación; promueve importantes valores tradicionales, preservados y transmitidos de generación en generación; es la razón que justifica la persistencia en nuestros días de una especie ganadera única, como es el toro de lidia; posibilita la existencia y protección de miles de hectáreas de un tesoro medioambiental universalmente reconocido como es la dehesa; y, en definitiva, contribuye de una forma relevante a la generación de riqueza, con un impacto económico que supera los 4.500 millones de euros. En cuanto a su aportación fiscal, solo en concepto de IVA la venta de entradas supone cerca de 40 millones de euros, cifra que, por ejemplo, multiplica por cinco la aportación por IVA de la taquilla del cine español”. 

TVE y RNE no pueden darle la espalda a los toros

Según comunica el empresario en la misiva, «no cabe duda que el deber de promoción y tutela del acceso a la tauromaquia vincula a los poderes públicos en sentido amplio. Es aquí donde entra en juego la Corporación RTVE, que ha venido desplegando siempre, y está llamada a seguir desplegando, un papel muy importante en la función de promover y tutelar el acceso a la Tauromaquia, a la que, en boca de nuestra Constitución, todos tenemos derecho».   

En efecto, «el art. 3 de la Ley 17/2006, de 5 de junio, de la radio y la televisión de titularidad estatal, atribuye a la Corporación RTVE, la gestión del servicio público de radio y televisión en los términos que se definen en ella. Se trata por tanto de una entidad a la que se encomienda el servicio público de titularidad del Estado de radio y televisión. Igualmente, el art. 2.1. de la Ley 17/2006 define dicho servicio público como un servicio esencial para la comunidad y la cohesión de las sociedades democráticas que tiene por objeto la producción, edición y difusión de un conjunto de canales de radio y televisión con programaciones diversas y equilibradas para todo tipo de público, cubriendo todos los géneros y destinadas a satisfacer necesidades de información, cultura, educación y entretenimiento de la sociedad española; difundir su identidad y diversidad culturales; impulsar la sociedad de la información; y promover el pluralismo, la participación y los demás valores constitucionales, garantizando el acceso de los grupos sociales y políticos significativos».  

Por lo tanto, «no cabe duda que la Corporación es un poder público, en la medida en que presta un servicio público esencial. Por ello, la producción, edición y difusión del conjunto de canales de radio, televisión y los servicios interactivos de la Corporación debe ofrecer programaciones diversas y equilibradas destinadas a satisfacer necesidades de información, cultura y entretenimiento de la sociedad española, lo que necesariamente debe incluir programación destinada a cubrir la actualidad y el mundo taurino en sus más variadas manifestaciones», concluye la carta. 

La experiencia de Garzón con TVE

José María Garzón coordinó la emisión de dos corridas de toros programadas por TVE antes de la llegada al poder de Pedro Sánchez. La primera de ellas fue una corrida celebrada en Mérida, en 2013, en la que Alejandro Talavante se anunció como único espada y cosechó un magnífico dato de audiencia, con 1.064.000 espectadores y el 10,8% de cuota de pantalla, duplicando los niveles de seguimiento de TVE en dicha franja. Dos años después, en 2015, El Juli lidió una corrida benéfica en solitario desde la plaza de toros de Cáceres, alcanzando una audiencia del 9,5% que se tradujo en 1.112.000 telespectadores, un aumento del 30% en relación con el seguimiento del canal en el día y hora en cuestión. El minuto de oro del festejo logró un pico de audiencia de 3,8 millones de personas.

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