«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Cambio de Tercio

La Economía del Toro

Diego Sánchez de la Cruz es colaborador habitual en prensa escrita, radio y televisión. Además, es director de la consultora Foro Regulación Inteligente, profesor universitario e investigador internacional del Instituto de Estudios Económicos. En clave taurina, participa en las tertulias y debates del canal Toros de Movistar, así como en otros espacios taurinos de medios, como EsRadio. Su proyecto "La Economía del Toro" es una de las cuentas más influyentes del sector taurino en redes como Twitter (+20.000 seguidores). Ha realizado decenas de estudios económicos y estadísticos del sector cultural taurino. Sus escritos taurinos de índole filosófico y artístico han sido reconocidos con el Premio Zumel de Ensayo Literario-Taurino en tres ocasiones.

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Diego Sánchez de la Cruz es colaborador habitual en prensa escrita, radio y televisión. Además, es director de la consultora Foro Regulación Inteligente, profesor universitario e investigador internacional del Instituto de Estudios Económicos. En clave taurina, participa en las tertulias y debates del canal Toros de Movistar, así como en otros espacios taurinos de medios, como EsRadio. Su proyecto "La Economía del Toro" es una de las cuentas más influyentes del sector taurino en redes como Twitter (+20.000 seguidores). Ha realizado decenas de estudios económicos y estadísticos del sector cultural taurino. Sus escritos taurinos de índole filosófico y artístico han sido reconocidos con el Premio Zumel de Ensayo Literario-Taurino en tres ocasiones.

‘El Juli’ se despide de los ruedos tras 25 años de leyenda

2 de octubre de 2023

Julián López ‘El Juli’ se despide de los ruedos tras una brillante trayectoria en la que ha cosechado grandes triunfos en Europa y América. El matador ha completado un fin de semana de máximo compromiso, anunciado el pasado sábado en la madrileña plaza de Las Ventas y ayer domingo de octubre en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. 

En su despedida de Madrid, con el «no hay billetes» colgado en la taquilla, Julián compartió cartel con Uceda Leal, que saludó una ovación y Tomás Rufo, que logró un trofeo. Juli lidió dos ejemplares de El Puerto de San Lorenzo. Al primero de ellos lo toreó como quiso con el capote, desplegando verónicas, galleando por chicuelinas, quitando por tafalleras y escobinas… Ya con la tela roja, supo meter en el canasto a un animal que tendía a rajarse. Se le pidió una oreja tras un fulminante volapié, pero la presidencia miró hacia otro lado. 

Plaza 1

Ya en el quinto, brindó su última faena al respetable madrileño que tanto le ha exigido a lo largo de los años y, lejos de caer en el desánimo por la falta de acometividad del burel, perseveró hasta cuajar una faena marcada por la capacidad técnica con la que pudo extraer las mejores embestidas del toro de procedencia Atanasio Fernández. Lo mejor vino con el eterno natural que siguió a un delicioso cambio de mano. Dejó un nuevo volapié tras rematar la faena en la distancia corta y paseó dos orejas entre vítores y aplausos. La Puerta Grande fue multitudinaria, llena de jóvenes y tremendamente emotiva. 

Un día después, en Sevilla, se agotaron las localidades para ver al madrileño anunciado junto a Morante de la Puebla y Daniel Luque con toros de Garcigrande. El cigarrero causó baja y fue sustituido por Sebastián Castella, que cortó tres orejas la tarde anterior. Luque rozó la Puerta Grande tras desorejar a su primer oponente.

La última tarde de Juli en Sevilla empezó sin opciones, puesto que el abreplaza fue un animal tan soso y deslucido que el diestro no pudo hacer gran cosa ante él. Con el cuarto, a la sazón el último de su periplo, logró un trofeo como premio a una completa actuación que arrancó a portagayola y culminó con una maciza faena.

Una trayectoria brillante

Desde que tomó la alternativa el 18 de septiembre de 1998 en el Anfiteatro Romano de Nimes, en Francia, El Juli ha toreado en 1.871 corridas de toros, en las que ha obtenido 2909 orejas y 99 rabos, saliendo a hombros en 969 ocasiones. Ha lidiado 3.943 toros, estoqueando en el ruedo a 3.880 ejemplares y sumando el indulto de 32 astados. A lo largo de su carrera, ha actuado en solitario en 17 tardes y ha completado 128 festejos «mano a mano” con otro matador. Previamente, durante su periplo como novillero, se vistió de luces en 138 ocasiones, logrando 96 puertas grandes, cortando 282 orejas y 19 rabos e indultando 5 reses. 

Niño prodigio del toreo, se marchó a México con apenas 14 años para cumplir su sueño de ser un torero de éxito y pronto se convirtió en una estrella. Antes incluso de recibir la alternativa, colgar su nombre en los carteles se convirtió en sinónimo de éxito. Desde entonces, llevó a sus espaldas el peso de la Fiesta, paladeando las mieles del éxito, pero sufriendo también la presión y la exigencia propia de dicha posición. Su primera etapa como matador estuvo marcada por la ambición y el empuje propios de un joven que no solamente cuajaba a los toros con la muleta sino que también brillaba con su variedad capotera de arraigo y con la vistosidad de sus tercios de banderillas. 

Tras esa etapa inicial, en la que tuvo una innegable influencia su paso por México, Julián unió su destino al de Roberto Domínguez, que asumió su apoderamiento y ayudó de forma definitiva a consolidar su evolución y su crecimiento. En los últimos años, la carrera del madrileño ha transcurrido de la mano de la Casa Lozano, que ha sabido darle categoría y solera a su etapa de despedida de los ruedos. 

Algunos autores han comparado su carrera con la de Joselito El Gallo por la gran impronta que ha dejado su trayectoria. En el ruedo, su poderosa muleta le ha consolidado como un «mandón», un espada capaz de extraer embestidas más largas, entregadas y humilladas de lo que parecía posible hace menos de tres décadas. En el campo, su concepto del toreo ha sido determinante a la hora de impulsar el desarrollo de algunas de las mejores ganaderías de los últimos tiempos, caso de los hierros de Garcigrande, Domingo Hernández, Daniel Ruiz o Victoriano del Río. En los despachos, ha sabido defender su categoría y ha influido en las estructuras de la Fiesta. Y en la calle, ha mantenido una excelente reputación que le ha convertido en un torero admirado y querido. 

El adiós de un maestro

El Juli avanzó su adiós a finales del pasado mes de julio, en medio de la temporada en la que ha conmemorado 25 años en activo como matador de toros. En el comunicado enviado a los medios, el diestro apunta que deja de torear «de manera indefinida», poniendo final a «una etapa maravillosa». ¿Volverá a vestirse de luces? «Sobre el futuro, sólo el tiempo dirá…», añadió entonces de forma críptica y avivando el deseo de quienes esperamos que aún sea posible disfrutar de su tauromaquia, aunque sea de forma más puntual, limitada y elegida. 

«Físicamente tengo dolencias, ya no puedo torear tanto en el campo como hacía antes, eso es algo que ha cambiado», reconoció el propio Juli a Eduardo Dávila Miura en el marco de un reportaje especial emitido por la plataforma OneToro. El maestro reconoció que «lo más duro de mis veinticinco años ha sido ver a tanta gente pendiente de mí. Que mi familia sufra por las críticas, que una empresa no pueda cerrar una feria sin tener claro si puede contar conmigo, que te toque cruzar el charco aunque no esté en tus planes para poder apoyar la permanencia de la Fiesta en América… Todo eso lo he asumido con responsabilidad. Desde que tengo uso de razón, yo me he sentido torero. Nunca ha sido un juego, una diversión, no. Era una vocación, algo tan propio y tan natural que jamás me he planteado otra cosa. Por eso, uno también tiene que saber que, habiendo entregado tanto, habiendo hecho esos sacrificios, también hay que saber decir adiós, sobre todo ahora que estoy en un momento tan bueno». 

Julián seguirá vinculado al mundo de los toros a través de El Freixo, su ganadería de toros bravos. Dicho hierro ha cosechado algunos triunfos importantes en el ámbito de las novilladas. También se ha especulado en algunas ocasiones con la posibilidad de que el torero madrileño haga valer su conocido talento para el rejoneo y opte por torear a caballo públicamente, como hicieron en el pasado maestros de la talla de Juan Belmonte o Paco Ojeda. El tiempo dirá, pero lo más probable es que podamos volver a disfrutar de su toreo… pero solamente a cuentagotas, al igual que ocurre con José Tomás. 

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