«Ser es defenderse», RAMIRO DE MAEZTU
Cambio de Tercio

La Economía del Toro

Diego Sánchez de la Cruz es colaborador habitual en prensa escrita, radio y televisión. Además, es director de la consultora Foro Regulación Inteligente, profesor universitario e investigador internacional del Instituto de Estudios Económicos. En clave taurina, participa en las tertulias y debates del canal Toros de Movistar, así como en otros espacios taurinos de medios, como EsRadio. Su proyecto "La Economía del Toro" es una de las cuentas más influyentes del sector taurino en redes como Twitter (+20.000 seguidores). Ha realizado decenas de estudios económicos y estadísticos del sector cultural taurino. Sus escritos taurinos de índole filosófico y artístico han sido reconocidos con el Premio Zumel de Ensayo Literario-Taurino en tres ocasiones.

La Economía del Toro

Diego Sánchez de la Cruz es colaborador habitual en prensa escrita, radio y televisión. Además, es director de la consultora Foro Regulación Inteligente, profesor universitario e investigador internacional del Instituto de Estudios Económicos. En clave taurina, participa en las tertulias y debates del canal Toros de Movistar, así como en otros espacios taurinos de medios, como EsRadio. Su proyecto "La Economía del Toro" es una de las cuentas más influyentes del sector taurino en redes como Twitter (+20.000 seguidores). Ha realizado decenas de estudios económicos y estadísticos del sector cultural taurino. Sus escritos taurinos de índole filosófico y artístico han sido reconocidos con el Premio Zumel de Ensayo Literario-Taurino en tres ocasiones.
Foto: Prensa El Payo - Manolo Briones

El Payo, el torero mexicano que dejó en ridículo a los animalistas

21 de diciembre de 2022

Nacido en Querétaro, el 11 de mayo de 1989, Octavio García El Payo es un exquisito torero de arte que ha conquistado las plazas mexicanas con su derroche de pureza, elegancia y buen gusto. Frente al toreo superficial o populista que por momentos puede enardecer a las masas, El Payo ha consolidado un estilo propio, que bebe de la bohemia y el arrebato artístico para construir faenas de incalculable valor para los aficionados al toreo caro. 

El próximo 25 de diciembre, coincidiendo con el Día de Navidad, El Payo se anunciará en solitario con seis toros en la plaza de su ciudad natal. La Santa María de Querétaro será testigo de su primera encerrona, en la que va a lidiar toros de Fernando de la Mora y Río Tinto. La Gaceta le ha entrevistado para conocer sus sensaciones ante un compromiso que, como bien explica Rafael Cué, está generando mucha expectación entre la afición mexicana. 

“La verdad es que estoy en un momento bonito, me siento feliz de seguir disfrutando del toreo a un alto nivel. Cumplo catorce años de alternativa y la verdad es que sigo ilusionándome con la posibilidad de torear por todos los rincones de mi país. En mis últimas comparecencias, he podido salir a hombros en todas las plazas importantes de México y eso me reafirma en mi tauromaquia”, explica al otro lado del hilo telefónico. Reconoce que el matrimonio y la paternidad le han traído “mucha ilusión” y le han “llenado” como persona, contribuyendo asimismo a su desarrollo como torero.

Este invierno, El Payo tenía planes importantes de cara a la tradicional Temporada Grande de la Plaza México, pero la sucia guerra del lobby animalista contra la Fiesta ha puesto en pausa la celebración de festejos taurinos en la capital del país. “Evidentemente, lo que ha pasado ha sido una puñalada trapera, han encontrado un vacío legal para jugar al engaño y cerrar temporalmente la plaza de toros de la Ciudad de México, pero todo el toreo está luchando unido, estamos organizando la defensa jurídica del toreo con el apoyo de los mejores abogados y esperamos que pronto haya buenas noticias”, confiesa optimista, pero dolido. 

Hasta que se resuelva la situación en la capital, hay que buscar alternativas: “Todos nos volcaremos con esa reapertura pero, hasta que llegue ese momento, tenemos la responsabilidad de hacer un gran esfuerzo para seguir llevando la tauromaquia por todo nuestro país. Somos seis millones de mexicanos los que vamos a los toros al menos una vez al año. No vamos a dejar que pisen nuestra cultura y que arrasen nuestra libertad”. 

Cuando le pregunto por la dificultad de conjugar las festividades navideñas con la preparación para su corrida en Querétaro, sonríe y admite que no será una celebración al uso: “Creo que habrá poca cena navideña… (ríe). La verdad es que hay veces en que dos toros se te hacen demasiado, ¡imagina seis! Pero es un gran reto y, por encima de todo, siento que lo afronto, eso sí, en un momento de plenitud física y espiritual. Creo en mi toreo, estoy más consciente que nunca de lo que busco y de lo que quiero expresar delante del toro y todo eso quiero celebrarlo con mi afición de Querétaro, que siempre me ha brindado su apoyo y que ha acudido en masa a verme a lo largo de los años. Hacer esta gesta para ellos, y hacerla en Navidad, es el regalo que le quiero brindar a mi tierra y a mi público, como agradecimiento por estos catorce años y como forma de darles motivos para seguir ahí conmigo”.

Hablamos de su evolución en los ruedos: “En mi vida creo que he seguido siempre la curiosidad, la bohemia… Cuando me he traicionado, cuando he hecho algo buscando el triunfo fácil, he terminado sintiéndome mal. Por eso he preferido renunciar a cualquier atajo. A veces no he estado bien, a veces no he sabido transmitir mejor, pero creo que la afición sabe que, cuando he alcanzado esa conjunción soñada con el toro, hemos disfrutado mucho”. 

“Mi toreo de capote lo vuelco ante todo hacia la verónica. Hoy en día tenemos magníficos intérpretes de esa suerte fundamental y yo he intentado seguir su estela para poder expresar a mi manera ese lance tan importante para mecer la embestida, conocer al toro y conducirlo de esa manera. He avanzado, he evolucionado y hoy en día cuajo más toros con el capote y eso se va viendo”, se felicita. 

Ya con la muleta, El Payo intenta “buscar la pureza, como me han enseñado los profesionales que me han acompañado a lo largo de los años y como he aprendido mirándome en los grandes toreros de ayer y de hoy. Para mí, el único toreo que de verdad trasciende es el que consiste en torear de verdad, con naturalidad, volcando el alma en cada muletazo”. 

“Ante todo, hay que hacer mucho campo, mucho tentadero. Por otro lado, me gusta torear de salón, eso lo trabajo mucho. Y, de cara a tener la mejor condición física posible, estoy haciendo un programa que abarca seis días de entrenamiento a la semana”, explica antes de confesarme que, además, se sube al cuadrilátero cada noche “para boxear unos cuatro o seis asaltos… Me entretiene, me ayuda en la puesta a punto y también me aporta mucho en términos de coordinación, mentalización, lucha, esfuerzo, amor propio, control del riesgo y del miedo, empuje…”. 

No puedo dejar de preguntarle por la divertida anécdota que protagonizó hace unos pocos días, cuando se plantó ante un grupo de antitaurinos que pretendían boicotear la promoción de su festejo. “Sois unos mentirosos. Habláis del toreo como si estuviese en decadencia, cuando vosotros apenas reunís a cuatro personas en vuestras reuniones y nosotros tenemos a ocho mil personas en las plazas, pagando su entrada… Habláis de animalismo. Pues el toro es ecología, el toro es el protector número uno de la fauna y la flora silvestre. Gracias a la tauromaquia se conservan más de 150.000 hectáreas”, les espetó

El vídeo no tardó en hacerse viral, sumando cerca de 100.000 reproducciones en pocas horas. El Payo me confiesa que “todo empezó porque ellos se plantaron en la Santa María de Querétaro porque intentaron perjudicar la cobertura mediática del lanzamiento de mi corrida. No lo consiguieron, de hecho hay más de cien medios que se han hecho eco del festejo. Pero lo importante es que, ya que ellos quisieron manipular las cosas, no estoy dispuesto a dejarlo pasar. Por eso me planté frente a ellos y les dije las cosas como son”, explica. 

Tiene su gracia, por cierto, que la lideresa del grupúsculo animalista con el que se enfrentó El Payo llega a afirmar que “los toros son seres humanos”. Pueden ver el vídeo al completo aquí:

Como despedida, no pude dejar de preguntarle si le veremos nuevamente haciendo temporada en Europa. “Hace algunos años los Lillo organizaron para mí una temporada muy bonita, hice como unas doce o catorce corridas en España, muchas de ellas televisadas. El problema fue que, por culpa de la lluvia, se suspendió mi actuación en Madrid y eso me perjudicó mucho. Creo que sería importante poder cosechar en Europa lo que ya he cosechado en México, quisiera tener la oportunidad de enseñar cómo ha evolucionado mi tauromaquia y creo que mi concepto gustaría mucho. Mi apoderado ha estado en comunicación con distintos empresarios europeos, ojalá pueda estar en ruedos europeos muy pronto”, apunta optimista. Ojalá sea así. De momento, ¡a triunfar a lo grande en Navidad!

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