La tauromaquia sufrió un duro golpe a raíz de la crisis del coronavirus, puesto que las restricciones sanitarias limitaron la celebración de espectáculos públicos de manera drástica, haciendo económicamente inviable la celebración de corridas de toros, novilladas con picadores, festejos de rejoneo y espectáculos similares.
A lo largo de 2020, el número de festejos se redujo un 90%, pasando de unos 1.500 espectáculos a cerca de 150 eventos. Muchos de los eventos celebrados fueron organizados recurriendo a fórmulas poco convencionales, como fue el caso de la “Gira de Reconstrucción”, un ciclo celebrado sin apenas público en los tendidos que fue programado por la Fundación Toro de Lidia con la financiación del canal Toros de Movistar+.
En 2021, la reactivación de la actividad taurina fue más intensa, puesto que se celebraron alrededor de 825 festejos en las plazas españolas, un fortísimo incremento en relación con 2020 que permitió dejar atrás lo peor de la pandemia. Aún así, las cifras del pasado año suponían una reducción del 40% en comparación con 2019, de modo que la crisis no podía darse por superada.
Pues bien, los datos que maneja La Economía del Toro para el primer semestre de 2022 arrojan algo más de 200 corridas de toros y novilladas con picadores, una cifra prácticamente idéntica a la del mismo periodo de la temporada 2019. Además, los festejos celebrados durante este periodo se han dado sin restricciones de aforo, lo que ha permitido normalizar también las dimensiones económicas del sector.
Retos pendientes
Para mantener el pulso de los últimos meses, es fundamental que el sector se emplee a fondo en la programación de festejos en cosos de Tercera Categoría y plazas portátiles, puesto que ese circuito menor concentra un volumen muy importante de actividad, pero se desarrolla de forma más discreta y menos visible, en los pueblos de nuestro país.
Otro de los retos para consolidar la recuperación es el de afianzar la asistencia de público a las plazas. En las últimas semanas, las Ferias de Burgos y Soria, programadas por Tauroemoción, han llenado los tendidos merced a una apuesta por la promoción y una política de precios populares. También hubo buenas entradas en la Feria de Hogueras de Alicante, gestionada por Nacho Lloret. Y, como es habitual, la Feria de San Fermín ha repetido su éxito de público, con cerca de 20.000 espectadores llenando la plaza en las mañanas de encierro y las tardes de corrida. Sin embargo, con el IPC al 10% y la economía en barrena, hay cierto pesimismo sobre las entradas que podríamos ver en otras plazas que gozan de peor salud.
Por último, hay una serie de regiones donde el acoso de gobiernos antitaurinos obliga a hacer un esfuerzo especial por llenar los tendidos. Este 2022, habrá muchos ojos puestos en plazas como las de Pontevedra, Palma de Mallorca o Bilbao, de modo que es fundamental defender la salud de la Fiesta en estos recintos y evitar que la confluencia de políticos de izquierda radical con fuerzas separatistas ejerzan una pinza liberticida capaz de acabar con la actividad taurina.