La plaza de toros de Alicante sigue exhibiendo buena salud. La pasada Feria de Hogueras cosechó importantes éxitos artísticos, pero además se saldó con un total de 51.979 espectadores en los ocho festejos organizados por la empresa Mare Nostrum que comanda Nacho Lloret.
Lo cierto es que no fue fácil remendar los carteles después de que se conociesen las ausencias de dos de los pilares del ciclo. Un par de semanas antes de la corrida en solitario con la que pretendía celebrar sus veinte años de alternativa, José María Manzanares se veía obligado a pasar nuevamente por el quirófano por sus distintas lesiones y problemas de espalda.
Más precipitado aún fue lo de Morante de la Puebla, que había asumido el reto de matar la correa de Victorino Martín, pero sufrió varios percances la tarde anterior, mientras comparecía en la plaza de toros de Badajoz. Las lesiones derivadas de dicha circunstancia obligaron al cigarrero a apartarse por unos días del circuito, quedando fuera de Hogueras.
El festejo de mayor afluencia fue el viernes 23, con El Juli, Roca Rey y Tomás Rufo en el cartel y un encierro de Victoriano del Río. En la taquilla quedaron apenas 200 localidades para colgar el «no hay billetes». Por tanto, acudieron a la plaza un total de 11.262 espectadores.
El cierre de Feria, programado para el domingo 25 con los toros de Victorino Martín y Rafaelillo, Manuel Escribano y Pablo Aguado acartelados, congregó a un total de 8.062 personas. Por su parte, la corrida de rejones, con Andy Cartagena, Diego Ventura y Lea Vicens enfrentando a caballo los toros de Fermín Bohórquez, sumó 6.831 espectadores.
Las otras dos corridas del ciclo tuvieron una asistencia media de 5.800 espectadores, mientras que a la novillada con picadores asistieron 4.039 personas. A estas cifras hay que sumarle los 10.000 asistentes a las dos novilladas en clase práctica que protagonizadon los pupilos de las escuelas taurinas locales.
Si nos centramos en las corridas de toros y en el festejo de rejones, encontramos que la asistencia media por festejo fue de 7.500 personas, un excelente dato que supone cubrir dos tercios del aforo disponible. Queda claro, pues, que la tauromaquia sigue gozando de muy buena salud en Alicante.