La llegada de la izquierda al gobierno municipal de Móstoles dejó a los vecinos de la localidad madrileña sin corridas de toros durante más de una década. La censura promovida por socialistas y comunistas llegó a su fin el pasado domingo 28 de abril, con la celebración de una esperada corrida de toros que agotó el papel días antes de la celebración del festejo.
Para ser precisos, las entradas para asistir a la corrida de reapertura quedaron liquidadas por entero el 23 de abril y, si bien la legislación en vigor sigue obligando a reservar un 5% del aforo para su venta en el mismo día del festejo, dicha reserva de taquilla también voló en escasos minutos, fruto de una demanda que desbordó todas las previsiones.
El cartel, compuesto por Alejandro Talavante, Cayetano Rivera Ordóñez y Gonzalo Caballero, reseñaba asimismo un encierro un encierro de Monte La Ermita, una interesante ganadería compuesta con reses de procedencia Torrestrella, Jandilla y Juan Pedro Domecq que pasta en las localidades de Villamantilla, en Madrid, y Santa María del Cubillo, en Ávila.
Aunque Talavante no tocó pelo con el primero, sí pudo lucirse con el cuarto, al que recibió con un apasionado saludo capotero por verónicas que llevó al animal hasta el centro el ruedo. Abrió la faena por estatuarios, lució al toro al natural y se adornó genuflexo para cortar dos orejas a un burel premiado por el palco con el pañuelo azul.
Cayetano paseó una oreja del segundo, al que recibió arrodillado en el comienzo del tercio de muleta. El animal embistió con calidad y a más, permitiendo al torero dinástico una faena en la que lo más destacado fueron los ayudados por bajo. El animal también fue premiado con la vuelta al ruedo. También logró un trofeo Cayetano con el quinto, tras una faena de entrega y compromiso. El animal derribó al picador y propinó un feo derrote al matador, que aguantó el tirón.
Gonzalo Caballero toreó descalzo al primero de su lote, exponiendo para conducir las embestidas del ejemplar de Monte La Ermita, que salió muy suelto. El madrileño tiró de oficio para ligar series meritorias por el pitón derecho. Se arrimó después para cuajar una serie de circulares invertidos. Las bernardinas sobrecogieron al respetable y la media estocada fue suficiente para tumbar al animal y cortar las dos orejas. En su segunda actuación, Caballero recetó un vistoso quite y cuajó una faena ceñida que cerró por manoletinas, siendo premiado con una oreja.
El empresario Rafael Ayuso, titular de la mercantil Espectáculos Marisma, celebró la gran acogida de público que tuvo la corrida desde el mismo momento en que se anunció: «Al público de Móstoles y de los alrededores se le privó la libertad de disfrutar de su cultura durante demasiado tiempo, pero la respuesta ha sido estupenda… Hemos tenido presencia de aficionados de toda la región, también de otros puntos de la geografía española e incluso de público venido de Francia». Móstoles acogerá el próximo mes de julio las dos finales de la Copa Chenel, confirmando así el regreso de los festejos taurinos a la localidad.
Mientras Móstoles reabría sus puertas, la plaza de toros de Las Ventas registró una gran entrada, con más de 13.500 en los tendidos presenciando la seria corrida de Araúz de Robles, estoqueada por Curro Díaz, David de Miranda y Calerito. San Martín de Valdeiglesias y San Agustín del Guadalix también acogieron sendos festejos taurinos con buenos datos de público.
