Morante de la Puebla sigue afianzando las buenas sensaciones que dejó su reaparición en los ruedos hace apenas una semana, en el coso de Cuatro Caminos de Santander. Esta vez ha sido La Bombonera de Azpeitia la que ha sido testigo de un faenón que ha rendido a la crítica especializada a los pies del cigarrero, que salió a hombros tras cortar dos orejas al cuarto toro de la corrida, de la ganadería de Loreto Charro.
Aplausos habla de un «faenón de enorme pureza en el cite, en las formas y, sobre todo, de muchísima reunión, en total comunión con los tendidos. Locura total». La crónica de Mundotoro, habla de la «inspirada actuación» del torero de La Puebla, que «volvió a mostrar su momento de plenitud y prendió la llama del toreo en Azpeitia». En El Diario Vasco, Barquerito celebra que Morante «vuelve a ser capaz de sorprender y firma una faena antológica con un noble toro de Loreto Charro». En Cultoro, José Antonio Niño apunta que el cigarrero «cuajó una torerísima obra, con hondos muletazos y pases de mucha enjundia, aprovechando la calidad del animal de la vacada salmantina. Los finales fueron pura delicia». En definitiva, unanimidad total.
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— TauroBaco (@BacoTauro) August 1, 2024
🗡️ MORANTE DE LA PUEBLA
🐂 ESCRITOR Nº31 @CharroLoreto
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Pero Morante no fue el único torero que salió reforzado de la primera corrida del abono de la Feria de San Ignacio. De hecho, el festejo celebrado el pasado 31 de julio fue histórico, puesto que los tres toreros salieron a hombros, algo que no sucedía en el caso desde hace cuarenta años. Así, habría que remontarse a 1984 para documentar una triple Puerta Grande. Entonces, Luis Francisco Esplá, Víctor Mendes y Curro Durán cortaron seis orejas y un rabo a un encierro de Justo Nieto. Unos años antes, en 1978, José María Manzanares, El Niño de la Capea y Frascuelo se repartieron seis orejas y dos rabos de una corrida de José María Escobar.
Este 2024, la corrida inaugural del ciclo colgó el «no hay billetes» en la pequeña, coqueta y exigente plaza vasca, que se ha ganado un sitio en el corazón de los más aficionados gracias al cuidado, esmero y rigor con el que se programan los festejos. Además de Morante, hacían el paseíllo Daniel Luque y Juan Ortega, dos toreros en estado de gracia que cotizan muy al alza entre los aficionados al toreo de calidad. Ambos desorejaron a su segundo oponente y compartieron la salida en hombros con Morante. De Ortega destacó su toreo despacioso y pulcro, mientras que a Luque se le cantó su firmeza, seguridad e intensidad.
En resumen, una tarde para el recuerdo.