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Cambio de Tercio

La Economía del Toro

Diego Sánchez de la Cruz es colaborador habitual en prensa escrita, radio y televisión. Además, es director de la consultora Foro Regulación Inteligente, profesor universitario e investigador internacional del Instituto de Estudios Económicos. En clave taurina, participa en las tertulias y debates del canal Toros de Movistar, así como en otros espacios taurinos de medios, como EsRadio. Su proyecto "La Economía del Toro" es una de las cuentas más influyentes del sector taurino en redes como Twitter (+20.000 seguidores). Ha realizado decenas de estudios económicos y estadísticos del sector cultural taurino. Sus escritos taurinos de índole filosófico y artístico han sido reconocidos con el Premio Zumel de Ensayo Literario-Taurino en tres ocasiones.

La Economía del Toro

Diego Sánchez de la Cruz es colaborador habitual en prensa escrita, radio y televisión. Además, es director de la consultora Foro Regulación Inteligente, profesor universitario e investigador internacional del Instituto de Estudios Económicos. En clave taurina, participa en las tertulias y debates del canal Toros de Movistar, así como en otros espacios taurinos de medios, como EsRadio. Su proyecto "La Economía del Toro" es una de las cuentas más influyentes del sector taurino en redes como Twitter (+20.000 seguidores). Ha realizado decenas de estudios económicos y estadísticos del sector cultural taurino. Sus escritos taurinos de índole filosófico y artístico han sido reconocidos con el Premio Zumel de Ensayo Literario-Taurino en tres ocasiones.

Roca Rey toma el cetro del toreo con su primera Puerta del Príncipe y Luque firma un faenón

23 de abril de 2023

El pasado viernes se colgó el segundo «no hay billetes» del año en la Real Maestranza de Sevilla y Roca Rey firmó dos faenas de alto voltaje con las que logró su primera Puerta del Príncipe en Sevilla y certificó de forma definitiva su condición ya indiscutible de máxima figura del toreo. La semana de preferia también dejó una importantísima faena de Daniel Luque, que desorejó a un gran toro de El Parralejo y confirmó su estupendo momento de forma. Además, Álvaro Lorenzo cortó un apéndice en la corrida de Santiago Domecq y volvió a puntuar en una plaza de máxima categoría. 

Miércoles de preferia

El miércoles 19 de abril arrancó el ciclo continuado de la temporada taurina sevillana con una importante faena del toledano Álvaro Lorenzo que fue premiada con un trofeo. El buen desempeño del toledano, que aprovechó un interesante toro de Santiago Domecq y firmó una actuación elegante y honda, debe servir para revalorizar el cartel de uno de los jóvenes espadas más interesantes del panorama actual. 

Jueves de preferia

La tarde del jueves de preferia tuvo un nombre propio: Daniel Luque. El de Gerena confirmó su excelente estado de forma con una faena excelsa que le valió dos orejas. Ocurrió todo con el quinto astado de la ganadería de El Parralejo, ejemplar bravo, encastado que rebosó movilidad en la muleta. Luque avisó de sus intenciones con el capote, firmando verónicas de bellísima factura, y arrebató definitivamente al público cuando cogió la tela roja y demostró su inmensa capacidad, imponiéndose en todo momento al burel, que llevaba Príncipe por nombre. Faena para paladear como un buen vino. Luque puso cara la temporada sevillana y su triunfo permanecerá en la memoria de los aficionados que pudieron disfrutarlo. 

El inicio fue torerísimo, hasta íntimo y personal, porque el toro iba y venía pero Luque lo recibía templado y conducía sus embestidas con suavidad y gusto. Cada muletazo rebosaba buen gusto y potenciaba las virtudes del animal. Un monumental pase de pecho dibujó media circunferencia sobre el ruedo y convenció al público de la importancia de lo que estaba pasando. Despatarrado por momentos, adornándose con un ceñido y encendido molinete, gustándose en el pase del libro… Luque se entregó y el público lo entendió a la perfección. El final de faena refrendó la paradoja de una faena en la que suavidad y el buen gusto dulcificaron y encauzaron la bravura de Príncipe, especialmente en una serie sin la espada que sirvió como adelanto para la estocada con la que redondeó una obra cumbre.

Viernes de preferia

Segunda comparecencia de Roca Rey en Sevilla, segundo «no hay billetes». El peruano se acartelaba junto al riojano Diego Urdiales y al alicantino José María Manzanares. La presentación de los toros de la ganadería de Núñez del Cuvillo decepcionó al respetable, que no guardaba el mejor sabor de boca tras el pobre juego del encierro enviado por la divisa gaditana para la corrida del Domingo de Resurrección. Sin embargo, el lote de Roca Rey posibilitó un triunfo que el torero peruano llevaba años persiguiendo. 

Haciendo honor a su condición de máxima figura de la tauromaquia, el cóndor conmocionó a la afición sevillana desplegando toda su capacidad. Cortó una oreja a su primero y, consciente de lo que se jugaba, echó rodilla en tierra y se dejó venir al toro de frente y por su espalda, para después torear con mando, dominio y ligazón a un Cuvillo que por momentos se dejaba, pero también soltaba la cara y complicaba sobremanera el trasteo.

Sonaba el pasodoble Churumbelerías y el impactante inicio de faena sirvió como aperitivo para una serie de tandas al natural que no terminaron de cuajar por la irregular embestida del animal. Sin embargo, cuando Roca Rey volvió a coger la muleta con la derecha, el toro respondió a la perfección, se entregó al fin y siguió los engaños con humillación y clase. Lo que siguió fueron tandas a placer, largas y profundas, que llegaron a su fin con un estoconazo.

Se concedieron las dos orejas y, con el apéndice logrado en el primero de su lote, el esportón del peruano le permitió abrir la Puerta del Príncipe de Sevilla, un hito que alcanza por vez primera en su fulgurante y arrolladora carrera como matador. Se consolida así el idilio de Roca Rey con la afición de la ciudad en que reside desde hace años y se confirma definitivamente que la taquilla y los méritos artísticos han hecho de él la primera figura del momento.

Sábado de preferia

Las corridas de toros celebradas antes del encendido en el Recinto Ferial llegaban a su fin con el ya tradicional festejo sabatino con los toros de Victorino Martín. Los cárdenos de la “A” coronada dieron mucho juego y, ciertamente, parece difícil pensar que la temporada sevillana pueda ser testigo de una corrida tan completa e interesante. La terna estuvo muy dispuesta, desde un Manuel Jesús El Cid que reaparecía en los ruedos y recuperó su zurda de oro en magníficas tandas por naturales hasta un Emilio de Justo que sigue puntuando y reforzando su nombre en las plazas de más categoría, pero el gran triunfador fue Manuel Escribano, que continuó su particular idilio hispalense con los astados de Las Tiesas y se fue con dos orejas en el esportón. Tarde para entendidos, con los tendidos casi llenos y cerca de tres horas de espectáculo en las que nadie miró el reloj. 

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