Una cuestión sobre la que muchos aficionados a los toros suelen poner la lupa es la variedad apreciada en las combinaciones de toros y toreros que se anuncian en las Ferias. ¿Podemos medir esta cuestión con cifras?
Empecemos haciendo un ejercicio basado en los carteles de la Feria de Sevilla en los años 1987 y 2023. Hace 35 años, podemos ver que las 14 corridas anunciadas incluían a 25 toreros distintos en los carteles (14/25=0,56). En cambio, en 2023, las 14 corridas programadas reunieron a 33 toreros en el albero sevillano (0,42). Por lo tanto, el grado de concentración de las combinaciones se ha reducido en un 25%.
La Economía del Toro publicó ayer en La Gaceta un análisis sobre la edad de los toreros que se anunciaron en Sevilla en las temporadas de 1987 y 2023. Entonces, se pudo constatar que sí se había producido un cierto envejecimiento, en la medida en que este indicador pasó de 34,4 a 35,8 años de edad a lo largo del periodo de tres décadas y media que hemos analizado.
De modo que, si bien hay un ligero envejecimiento del escalafón, también hay una mayor apertura en los carteles. ¿Qué razones podrían explicar este fenómeno? Son muchas las tesis que podríamos apuntar, pero quizá el factor más importante de todos fue la concentración observada en los carteles durante la pasada crisis económica.
El estallido de la Gran Recesión en 2007-2008 tuvo un efecto muy duro para la Fiesta entre los años 2009 y 2013, provocando un descenso de actividad cercano al 50%. La caída de ingresos de los españoles y la monumental escalada del desempleo hicieron que muchas plazas se quedasen sin actividad, especialmente en el circuito de Tercera Categoría y Plazas Portátiles, que concentró más del 80% de la caída.
Ante esta tesitura, los años de vacas flacas estuvieron marcados por el apuntalamiento de un grupo reducido de figuras en los carteles. A los nombres de Enrique Ponce, El Juli y José M. Manzanares hijo se les sumaron toreros como Alejandro Talavante y Miguel Ángel Perera, así como El Fandi o Juan José Padilla, hasta consolidar la baraja de matadores que sumaron un mayor número de contrataciones.
Los empresarios no querían arriesgarse a abrir los carteles, porque la demanda se había reducido mucho y los espectadores demandaban combinaciones muy rematadas, reaccionando solamente a la presencia de las figuras. Sin embargo, a partir de 2014-2015 se frenó la tendencia a la baja y el sector empezó a estabilizar sus cifras de actividad. Además, a pesar de la pandemia (2020-2021), los datos de la temporada 2022 reflejaron que el toreo vuelve a crecer en España, alcanzando la mayor cifra de corridas de la última década.
En estas circunstancias, las empresas han vuelto a abrir los carteles y esto no solo ha posibilitado la entrada de toreros jóvenes, sino que también ha brindado más oportunidades a profesionales que habían volado bajo el radar durante sus primeros años de alternativa. Este 2023, la Corrida de la Prensa de San Isidro es un buen ejemplo de ello: sus protagonistas serán Paco Ureña y Emilio de Justo, que apenas entraron en los carteles de las grandes Ferias en la segunda mitad de la década de 2010, a pesar de que ambos contaban ya entonces con cierta experiencia desde su llegada al escalafón superior. Otro ejemplo lo tenemos en la trayectoria de matadores como Antonio Ferrera, Curro Díaz y Diego Urdiales, tres veteranos que tienen hoy más oportunidades que antaño, o en el periplo de Daniel Luque y Manuel Escribano, que tienen hoy más cartel que nunca antes en sus respectivas trayectorias.
De modo que la crisis del toreo incidió en la concentración de los carteles y la recuperación de la Fiesta ha permitido una mayor variedad en las combinaciones de las Ferias, que sin embargo no significa necesariamente un rejuvenecimiento del escalafón, puesto que muchos toreros que hasta ahora habían tenido pocas oportunidades están entrando ahora por fin en las negociaciones.
Dicho esto, también es importante destacar la fuerza con la que han interrumpido matadores noveles como Roca Rey, Pablo Aguado, Juan Ortega, Tomás Rufo, Ginés Marín, Ángel Téllez o Francisco de Manuel, a quienes se pueden sumar los nombres de Álvaro Lorenzo, Román, Joaquín Galdós o David Galván. Hay relevo, por tanto, y eso es bueno para todos, porque la competencia de las figuras más consolidadas con los toreros jóvenes más demandados redunda en espectáculos más atractivos para el gran público.