«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Delirio feminista: 'La pareja heterosexual es un riesgo para las mujeres'

La fundadora del colectivo ‘Ni Una Menos’ criminaliza a los varones y celebra que los «piropos» ahora sean considerados «acoso callejero».


La líder feminista, Marta Dillon, ha asegurado que «la pareja heterosexual es un factor de riesgo para la vida de las mujeres» y que «el patriarcado es una estructura social que se sostiene con violencias son económicas». «La violencia es que tengamos que trabajar en tareas domésticas y que jamás se paguen», ha añadido.
En una entrevista concedida a Infobae, ha celebrado que desde 2015 se «haya bajado el umbral de tolerancia contra la violencia» y que lo que antes eran «piropos» ahora sea «acoso callejero», y ha manifestado que «los feminicidios no son solamente un crimen que se comete contra esa mujer, sino que es un crimen que se comete para disciplinar a todas las mujeres», una afirmación que ha soliviantado a muchos internautas en las redes que le critican la «generalización» y la criminalización de los varones por el simple hecho de serlo.
Además, la fundadora del colectivo ‘Ni Una Menos’ asegura que «eso de que odian» a los hombres es «otra de las estrategias del patriarcado para defenderse a sí mismo» y hace una defensa encendida del aborto al declarar que demandan «soberanía» sobre sus cuerpos, «autonomía sobre nuestras decisiones, acceso a una libertad sexual que siempre está amenazada por el problema del embarazo».


El colectivo liderado por Dillon ha recibido la respuesta del politólogo y azote del progresismo en Hispanoamérica, Agustín Laje, que ha censurado que pidan «la legalización del asesinato de seres humanos por nacer, entre ellos, niñas que serán aniquiladas dentro del vientre materno».


Laje sostiene que en la actualidad predomina un tipo de feminismo radicalizado que es «la contra cara del machismo» y «no pelea en favor de la mujer sino que la deconstruye y dice que no existe». «Es un feminismo sin mujer contra lo que se llama el régimen del patriarcado, una reivindicación en términos bélicos contra el hombre», dice, antes de aseverar que se ha convertido en una secta de adolescentes de 15 años «sin ninguna capacidad intelectual real».
En este sentido, manifiesta que en Occidente la demanda de igualdad ante la ley entre hombres y mujeres ya existe, al contrario que en Medio Oriente y en los países islámicos, donde «el feminismo jamás pone sus ojos e incluso muchas veces lo apoya».

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