Como reivindica la agrupación ‘The Legacy’, recibida esta semana por Su Majestad Felipe VI, los vínculos entre España y Estados Unidos son más estrechos de lo que pensamos.
Este miércoles Su Majestad Felipe VI mantuvo un encuentro cob representantes de la asociación ‘The Legacy’, cuyo objetivo es difundir la contribución histórica y cultural de España en Estados Unidos y estrechar los lazos entre ambos países. La audiencia se celebró en el Palacio Real de Madrid, donde el monarca, vestido con el uniforme de la Armada, recibió a los representantes de la entidad.
En este sentido, participaron en la ceremonia varios mandos militares tales como el jefe de mando de la Fuerza Aliada Conjunta de la OTAN en Nápoles, el almirante James Foggo, el segundo jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra, el teniente general Miguel Martín Bernardi, y el de la Armada, el almirante Manuel Garat. Por su parte, la sociedad civil estuvo representada por personalidades como el presidente de Indra, Fernando Abril Martorell, o el de Navantia, Esteban García Vilasánchez.
España y EEUU. Una relación histórica
Como ya se ha sugerido, el propósito de ‘The Legacy’ es fortalecer los lazos que hogaño ligan a España y Norteamérica. Unos lazos que, de acuerdo con lo establecido en propia página web, deben cimentarse sobre el reconocimiento ‘de la trascendencia de la contribución histórica y cultural’ de la patria española al territorio sobre el que hoy se asientan los Estados Unidos de América.
La asociación, de carácter civil y carente de afán lucrativo, orienta su acción a tres propósitos fundamentales: cooperar en la mejora del conocimiento, la difusión y la enseñanza de la historia común que liga a ambos países; proponer acciones tendentes al desarrollo de las relaciones entre ellos; y, por último y más concretamente, fomentar el conocimiento de todo lo que se refiere a las acciones españolas en Norteamérica.
Y es que, aunque no lo tengamos muy presente, el pasado de España se entrelaza con el de Estados Unidos en momentos concretos:
Ponce de León y Cabeza de Vaca
Si hay un personaje histórico que ejemplifica la trascendencia de España en la Norteamérica previa a la fundación de Estados Unidos, ése es Juan Ponce de León. Nacido en Valladolid, estableció el primer asentamiento español en el hodierno Puerto Rico (Caparra, 1509) y fue el primer europeo en pisar la península de la Florida, a la que bautizó con ese nombre como consecuencia de la gran variedad de sus flores.
Un descubrimiento, el de Ponce de León, que no se tradujo en conquista del territorio hasta las postrimerías de la década de 1520, cuando Álvar Núñez Cabeza de Vaca emprendió su conocida expedición (integrada en un principio por 600 hombres).
De los expedicionarios con los que partió desde España, sólo quedaron cuatro. Algunos desertaron en cuanto llegaron a Cuba, otros fenecieron como consecuencia de condiciones meteorológicas verdaderamente adversas y unos pocos fueron asesinados por los indios. En cualquier caso, en diez escasos años, Cabeza de Vaca logró conquistar una sustancial parte del sur de Estados Unidos sin derramar una gota de sangre: convenciendo y evangelizando.
Fray Junípero Serra
Nacido en 1513 en Mallorca, el devenir vital de Fray Junípero Serra discurrió en Méjico y en Alta California. Así, tras una etapa en Veracruz y en la actual capital mejicana, el misionero franciscano se estableció en la Baja California, de donde habían sido expulsados los jesuitas. Luego viajaría a la Alta California con la ayuda de una expedición militar. Allí fue precisamente donde su acción evangelizadora, amparada por la Virgen María, alcanzó su cénit.
En el año 2015 Su Santidad Francisco canonizó al fraile franciscano, de quien remarcó su infatigable defensa de los derechos de los indígenas: ‘Junípero buscó defender la dignidad de la comunidad nativa protegiéndola de cuantos la habían ultrajado.Ultrajes que hoy nos siguen provocando desagrado, especialmente por el dolor que causan en la vida de tantos’.
Bernardo de Gálvez
España también contribuyó a que los estados norteamericanos alcanzasen la independencia con respecto a Gran Bretaña (una contribución que los estadounidenses pagaron apoyando los movimientos sediciosos de la América hispana). En este sentido, cabe mentar a Bernardo de Gálvez, un verdadero héroe militar que infligió a los británicos una vergonzante derrota en el contexto de la Guerra de Independencia estadounidense.
De esta manera, en la batalla de Pensacola, que tuvo lugar en 1781, Gálvez y sus 1.500 soldados se impusieron a 2.000 ingleses encabezados por el egregio general John Campbell. Una victoria realmente decisiva que ayudó tanto a los estadounidenses como las generosas donaciones económicas que España concedió a los independentistas desde el mismo inicio de la contienda.
