El reciente estreno de la serie IC814 El secuestro de Kandahar, que relata la historia de una aeronave que fue secuestrada por un grupo de islámicos durante siete días, ha sido objeto de críticas del Gobierno de la India, que ha acusado a Netflix de «herir los sentimientos nacionales” de los indios por dar nombres de hindúes a los terroristas musulmanes.
El vuelo, que partía de Katmandú con destino a Nueva Delhi, fue secuestrado el 24 de diciembre de 1999 por cinco hombres vinculados al grupo terrorista Harkat-ul-Mujahideen, con base en Pakistán. Los secuestradores desviaron el avión hacia Kandahar, en Afganistán, controlado por los talibanes en aquel momento. Su principal demanda era la liberación de tres militantes pakistaníes: Ahmed Omar Saeed Sheikh, Masood Azhar y Mushtaq Ahmed Zargar. Finalmente, el gobierno indio accedió a la liberación de estos prisioneros para salvar a los pasajeros.
La polémica actual gira en torno a los nombres que los secuestradores usan en la serie de Netflix, como «Shankar» y «Bhola», nombres tradicionales hindúes. Según se ha revelado, los verdaderos nombres de los secuestradores eran Ibrahim Athar, Shahid Akhtar Sayed, Sunny Ahmed Qazi, Mistri Zahoor Ibrahim y Shakir, y se ha cuestionado el uso de alias hindúes para retratar a estos personajes. El Ministerio del Interior de India había señalado en un informe de 1999 que los secuestradores empleaban alias como «Doctor» y «Jefe» durante la operación, pero no había referencia a nombres hindúes.
La controversia se desató tras el lanzamiento de la serie el 29 de agosto, y rápidamente se extendió en plataformas como X (anteriormente Twitter), donde usuarios y líderes políticos expresaron su malestar. Amit Malviya, miembro del Bharatiya Janata Party (BJP), criticó duramente la producción, afirmando que presentar a los secuestradores con nombres hindúes distorsionaba la verdad histórica, y alertó sobre el peligro de que, en el futuro, se crea que hindúes participaron en el secuestro. Su mensaje en redes sociales provocó un aluvión de comentarios pidiendo la prohibición de la serie.
Ante la creciente presión pública, el Ministerio de Información y Radiodifusión de la India solicitó una reunión con Monika Shergill, directora de contenido de Netflix en el país, para obtener explicaciones sobre el enfoque de la serie. Medios locales informaron que el gobierno está tratando el tema con suma seriedad y que la plataforma ha asegurado que, en adelante, se tendrá mayor cuidado con los contenidos que puedan afectar los sentimientos patrióticos.
Las protestas en redes sociales no tardaron en intensificarse, con el hashtag #BoycottNetflix siendo tendencia en India. Algunos usuarios incluso se preguntaron por qué el gobierno de Narendra Modi no ha tomado medidas más severas, como arrestar a los creadores de la serie, dado el impacto emocional que ha causado entre la población.