El canal deportivo catarí BeIN Sports ha pedido a la Serie A de Italia que reconsidere la decisión de celebrar la final de la Supercopa entre el Juventus y el Milán en Yeda (Arabia Saudí), que está prevista el próximo 16 de enero.
El director general de BeIN Media Group, Yousef al Obaidy, ha enviado una carta al director de la Seria A italiana, Luigi De Siervo, en la que le solicita que la final se dispute en otra ciudad, habiendo «otras opciones disponibles incluso a tan poco tiempo del partido».
Al Obaidy calificó la decisión de la Serie A, organizadora del encuentro entre el campeón de la Liga y el de la Copa italiana, de «profundamente decepcionante» para la industria del fútbol, según la carta con fecha de ayer.
El texto subrayó que el principal motivo para pedir que se traslade la final de la Supercopa es por el «pirateo masivo» de la señal por satélite de BeIN Sports en Arabia Saudí, a través de los descodificadores BeoutQ, que según la cadena deportiva cuenta con el apoyo del reino.
El director general del grupo mediático recordó que han ofrecido al ente italiano las evidencias indiscutibles de quién está detrás del pirateo y aún así eligieron a Arabia Saudí para la final de la supercopa italiana.
La decisión ha generado polémica también en Italia, algo a lo que se refirió Al Obaidy en su escrito, haciendo mención al ministro de Interior italiano, Matteo Salvini, quien declaró en las redes sociales: «Que la Supercopa italiana se juegue en un país islámico donde las mujeres no pueden ir al estadio si no van acompañadas de hombres es una tristeza, una inmundicia: yo ese partido no lo veo».
Al Obaidy finalizó diciendo que si finalmente el partido tiene lugar «la Serie A habrá fallado a la hora de cumplir con su deber de cara a los clubes miembros y a comunidad deportiva más amplia».
Catar anunció el pasado octubre el comienzo de un proceso en la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra Arabia Saudí por piratear la señal de BeIN Sports, en el marco del conflicto diplomático entre los dos países, que estalló en junio de 2017.
Al mismo tiempo, Catar busca situarse como un centro destacado del fútbol en Oriente Medio con el Mundial de 2022, y ya hospedó la final de la Supercopa italiana en 2014 y 2016 en la capital, Doha.