El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Rafael Louzán, ha sido absuelto de la condena que pesaba sobre él por un supuesto delito de prevaricación. La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha fallado por unanimidad a favor del recurso presentado por el dirigente gallego, concluyendo que los hechos no constituyen dicho delito. Esta decisión anula la inhabilitación que había sido dictada por la Audiencia Provincial de Pontevedra, relacionada con una subvención para la reforma del campo de fútbol de Moraña durante su mandato como presidente de la Diputación de Pontevedra.
La resolución judicial, que fue adoptada por los cinco magistrados encargados del caso tras una vista rápida de apenas 20 minutos celebrada el ayer miércoles, elimina la principal amenaza que se cernía sobre Louzán. De haberse confirmado la inhabilitación, el Gobierno había manifestado su intención de aplicar la Ley del Deporte para obligarlo a dejar su cargo al frente de la RFEF y convocar nuevas elecciones.
Esta situación ya había generado incertidumbre durante el proceso electoral que culminó con su elección el 16 de diciembre. No obstante, Louzán siempre mostró confianza en un desenlace favorable, especialmente después de que el Tribunal Supremo admitiera a trámite su recurso. Su optimismo se ha visto recompensado con la decisión del alto tribunal, lo que supone un alivio para la RFEF, que busca estabilizarse tras un período de numerosas turbulencias.
Con esta absolución, Louzán podrá continuar su labor al frente de la Ciudad del Fútbol de Las Rozas sin la sombra de una posible destitución. La sentencia del Supremo refuerza su posición y contribuye a cerrar una etapa de incertidumbre tanto para él como para la federación, que ahora puede centrarse en sus objetivos deportivos e institucionales sin distracciones legales.