El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales «jamás» cometió un delito de corrupción en sus cinco años de mandato, entre 2018 y 2023, al frente de dicho organismo, y presentará una querella contra el «falaz» ataque del presidente de CENAFE, Miguel Ángel Galán, dentro de una estrategia «para cargárselo».
Dicha querella responde a las declaraciones de Miguel Ángel Galán en una reciente entrevista al diario Mundo Deportivo en la que, entre otras cosas, afirmó que «la corrupción está instalada en la federación desde hace muchos años», incluidas las etapas de Ángel María Villar y Luis Rubiales. En cuanto a la de Villar, Rubiales ha manifestado que «espera y desea que acredite su inocencia».
Sobre la acusación de Galán a Rubiales, los abogados del exjugador aseguran que es «absolutamente falso que haya existido algún tipo de corrupción». «Esta afirmación del señor Galán tendrá respuesta ante la justicia con una querella donde nos defenderemos de este nuevo y falaz ataque. Uno más de los efectuados por este señor, dentro de una estrategia continuada para ‘cargarse a Rubiales'», denunciaron los representantes legales del exdirigente en declaraciones a Europa Press.
En este sentido, acerca de la corrupción que, según Galán, «está instalada en la federación desde hace años», las mismas fuentes señalaron que «jamás se encontrará ninguna corrupción en los cinco años de mandato de Luis Rubiales, y se demostrará en los tribunales». «La gestión de Luis Rubiales, pese a las insidias vertidas contra él, ha sido siempre limpia y jamás ha existido ni un atisbo de corrupción», añadieron.
Por otro lado, recordaron que Miguel Ángel Galán fue denunciado por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) por estafa. Sus cursos no se becaban en el sindicato al no tener el respaldo de la UEFA y no permitir trabajar a los entrenadores que lo llevaban a cabo fuera de España. AFE denunció una presunta falsificación de la documentación.
«La denuncia versaba sobre la falsedad de documentación de alumnos que presentaban la realización de cursos de idiomas, o por otros conceptos, encubriendo que lo que realmente estaban realizando eran cursos de entrenador en CENAFE, para obtener las becas a las que no tenían derecho. Se denunció en la policía y la propia policía pidió que se aportaran pruebas y puso a AFE en contacto con un despacho de detectives que acreditaron este ilegal proceder», explicaron ante la acusación de que le pusieron un detective a Galán.