En España, desde el segundo trimestre de 2024, el número de pequeñas empresas ha disminuido en 5.100 respecto al mismo periodo de 2019, aunque en contraste, hay 2.700 medianas empresas más en esa misma franja. Según el último informe de Cepyme, la productividad media de las pymes ha registrado seis trimestres consecutivos de caídas interanuales, situándose un 1,7% por debajo de los niveles previos a la pandemia.
Esta pérdida de productividad ha sido más pronunciada entre las medianas empresas, con una caída del 3,1% en el segundo semestre de 2024, frente al 1,9% en las pequeñas. Estas últimas acumulan ya 18 meses de descensos, mientras que las medianas llevan 15 meses en esa tendencia negativa. Esta persistente baja productividad se ha convertido en uno de los principales factores que erosionan la rentabilidad de las pymes, con la rentabilidad bruta por empleado aún un 2,6% por debajo de los niveles prepandemia.
Además, el indicador de Cepyme revela que los costes laborales en las pymes crecieron un 4,5%, lo que representa una desaceleración de tres décimas respecto al trimestre anterior. Este ligero frenazo se produce tras diez trimestres consecutivos con incrementos interanuales de al menos un 5%, un ritmo que contrasta notablemente con la media del 0,3% registrada durante los diez años previos a la pandemia. Así, el aumento del 4,5% se desglosa en un incremento del 3,9% en el salario medio ordinario, mientras que el resto de los costes laborales, que incluyen las cotizaciones sociales, subieron un 5,4%.
Por otro lado, Cepyme también valoró el anuncio que hizo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de 4.500 millones de euros en subvenciones y 50.000 en préstamos destinados para las pymes. En este sentido, el director de Economía y Políticas Sectoriales de la organización, Francisco Vidal, recordó las dificultades que tienen las pymes para acceder a estas ayudas, porque «no son movilizables, pues se dedica más tiempo a justificar un proyecto que a ejecutarlo».