«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
el IPC desde julio de 2018 a junio de 2023 se ha elevado en un 16,3%

El precio de los alimentos ha subido un 31% desde la llegada de Sánchez al poder

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Europa Press

La inflación subyacente en España es una de las más altas que hay en la UE y, además es la de mayor diferencia entre el anual de 1,9% de inflación anual y el 5,9% de la subyacente.

Desde que llegó Sánchez los precios han subido un 16,3%, la recaudación de impuestos directos ha crecido un 43,5% y los salarios solo un 7,9%, pero además los precios de los alimentos han subido un 31%.

Los datos nos dicen que el IPC desde julio de 2018 a junio de 2023 se ha elevado en un 16,3%, y esta subida ya está en los precios de los productos y salvo que entrásemos en una situación económica de profunda recesión, los precios no van a bajar nunca. Lo peor es que los precios de los alimentos, que tienen un peso fundamental en el gasto de los hogares, han subido de media un 31,0% y esto a quien más afecta no es a los ricos ni a los salarios de más de 100.000 euros. A quien más afecta es a los salarios de menos de 30.000 euros, que, si le añadimos que el vestido y el calzado ha subido un 22,4%, el agujero familiar es considerable.

Además, hay otro índice que no nos cuenta lo que realmente ha pasado que es el del coste energético, que todos hemos sufrido y que nos dice que hoy solo es un 8,4% y que no se lo cree ni Calviño, que ordenó un nuevo modelo de cálculo que ha llevado a caídas mensuales una tras otra y que en realidad no es comparable con el anterior índice.

Y si a eso le añadimos el cambio en los pesos de los alimentos y de la energía, posiblemente no tendríamos un 16,3% en el índice general, sino que tendríamos un dos delante y además no estaríamos en 1,9%, sino más cerca del 6,3% que tiene Alemania.

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