El Banco Central Europeo (BCE) observa una recuperación de las expectativas de inflación de la zona del euro tras una «significativa mejora en las perspectivas macroeconómicas internas». Gracias a la política monetaria muy expansiva, y la caída de la preocupación global sobre la demanda.
«Indicadores de mercado de las expectativas de inflación de la zona del euro se han recuperado recientemente ante la significativa mejora de las perspectivas macroeconómicas internas» tras «la fuerte caída entre 2014 y mediados de 2016».
Además, ha contribuido a la recuperación de las expectativas de inflación la reducción de la preocupación global respecto a una baja demanda y, como consecuencia, a presiones desinflacionistas.
El presidente del BCE, Mario Draghi, dijo ayer en el Parlamento Europeo en Bruselas que aumentan las presiones inflacionistas. Draghi pronosticó que la inflación subyacente aumente los próximos meses por la buena situación del mercado laboral. Crea un aumento de los salarios más fuerte, de modo que el BCE va a retirar los estímulos monetarios y salir de una política monetaria muy expansiva.
El economista jefe del BCE, Peter Praet, matizaba en Londres estas declaraciones y comentó que Draghi no dijo nada nuevo y que sus palabras fueron malinterpretadas en el mercado.
Praet añadió que el BCE considera que la presión sobre los precios está contenida y que tardará mucho tiempo hasta que suba al objetivo de forma sostenida a medio plazo. El euro superó ayer los 1,18 dólares y los tipos de interés subieron en el mercado monetario después de las optimistas declaraciones de Draghi.
El BCE espera que los tipos de interés se mantengan en los niveles actuales hasta al menos durante el verano de 2019. Ahora el BCE presta a los bancos al 0 % en las operaciones semanales de refinanciación y les cobra un 0,4 % por el exceso de reservas.