Ya tenemos los datos del coste de las pensiones en el mes de enero y, justo como esperaba, la cifra no ha subido un 3,8%, que es la cifra oficial de revalorización, sino que el coste se nos ha ido a un 6,3%, lo que son 2,5 puntos más que la revalorización de estas.
La razón de esto es que cada mes se incorporan nuevos pensionistas a la lista. Si esto lo mirásemos con respecto al mes de diciembre de 2023 la subida es sólo de un 4,4%, pero al compararlo con el mismo mes de 2023 el salto es brutal. Y esto se va a ir repitiendo todos los meses, que irá creciendo el número de pensiones y el número de pensionistas.
No hay que olvidar que ya pagamos 10.132.479 pensiones en total. El número de pensiones, que no el de pensionistas, ha alcanzado la cifra antes mencionada que supone 123.330 pensiones nuevas, lo que supone un incremento del 1,23%. Sólo se reduce el número en la incapacidad permanente, que con respecto a enero de 2023 cae en 2.946 pensiones.
Sin duda, la estrella de estos incrementos, al menos en valor absoluto, es la de jubilación, que sube la nada desdeñable cifra de 124.660, mientras que el resto, como el de viudedad, sólo sube en 798, que es un 0,03%, el de orfandad que sube en 28 receptores nuevos, que supone una subida del 0,01% y el de favor familiar que sube en 790 y es un alza del 1,76%.
Podemos tener claro que la gran modificación de los costes de las pensiones es debido al acto de jubilarse, que es un derecho adquirido a lo largo de los años de trabajo y que el que llega desea que se cumpla lo pactado: recibir su pensión después de haber aportado su trabajo y su esfuerzo en hacer crecer este país.
El gran problema es si España es capaz de seguir soportando incremento de 16.000 millones, como el año pasado, y de 10.500 millones como el que se va a producir este. El problema no son los ingresos, que son una auténtica barbaridad y que cuando se nos den consolidados veremos que hemos superado los 610.000 millones y que supondrán una subida de la recaudación total de más de 40.000 millones de euros.
Es decir, con una subida de 40.000 millones de ingresos da para pagar la subida en 2023 de los 16.000 millones de las pensiones, pero no paga pagar el festival de derroches y desmanes convertidos en gasto público del Gobierno central, los autonómicos y los locales.
