La Intervención General del Estado (IGAE) ha demostrado claridad en los meses que ha ido presentando los resultados consolidados de las dos administraciones (Administración General del Estado y Comunidades Autónomas). Aunque ya en diciembre llamó la atención el gran incremento de gasto en muchas de sus partidas.
Pasamos de un déficit acumulado en noviembre del 2022 de 29.790 millones de euros a terminar cerrando diciembre con 62.129 millones de euros, es decir, un incremento de 32.339 millones. En el mes de septiembre, el Gobierno mandó a Bruselas que cerraría el ejercicio con un déficit no financiero de 64.773 millones de euros cuando llevaba contabilizados 23.370 millones de euros.
El Gobierno sabía que algo estaba pasando en las cuentas contabilizadas por la IGAE, que no eran las correctas porque no es posible que un sólo trimestre se incremente tanto la media de gastos. Sabía que había muchos miles de millones pendientes de contabilizar.
La primera gran pregunta que deberíamos hacer a la IGAE y al Ministerio de Hacienda es si ellos sabían de la existencia de esta falta de contabilización. Si la sabían, la cuestión es por qué permitieron esta situación que distorsiona la realidad. ¿Está todo contabilizado o quedan todavía miles de millones pendientes de aparecer que irán apareciendo en los próximos meses? Esa es la gran pregunta.
Los datos del mes de enero, por su parte, sorprenden por lo bajos que son. Se ha declarado en intereses 2.172 millones de euros, que son 1.458 millones menos que en diciembre y 847 menos que en noviembre. Y todo sabiendo que la deuda creció en 75.000 millones de euros en 2022 y que la deuda nueva está costando casi cuatro puntos más.
Asimismo, se contabilizaron en enero, en el capítulo de otros gastos corrientes, 3.160 millones de euros. En diciembre, se contabilizaron 4.617 millones de euros más y en noviembre 2.363 millones más.
En otros gastos de capital sólo se contabilizaron en enero 2.089 millones (en diciembre eran 9.826, o sea 7.737 millones más). Y en noviembre 3.781 millones. Diciembre fue un mes de aflorar gastos, pero para tener una visión real hay que hacer una comparación. Si es con noviembre, se han quedado sin contabilizar 4.902 millones, que unidos a los 5.044 de déficit real nos llevaría a un mes de enero con un déficit de 9.946 millones de euros.
Así, si en los próximos meses la recaudación coloca alrededor de 40.000 millones (en enero se han ingresado 37.209 millones) y los gastos se acercan a 50.000 millones (la media mensual fue de 49.828 millones) estamos en la senda una senda de quiebra en España. No sabemos si hay más facturas pendientes de aparecer, mientras la recaudación ha caído… y se han dejado de contabilizar 4.902 millones.