Una encuesta sobre la estructura de las explotaciones agrícolas del Instituto Nacional de Estadística (INE) ha reflejado una preocupante transformación en el sector agrario español durante la última década. Según este estudio, desde 2013 hasta 2023, el país ha perdido 180.861 explotaciones agrícolas, aunque la superficie media por finca ha aumentado un 13,2%. A pesar de ello, la superficie agrícola utilizada ha descendido apenas un 1,6%, lo que indica una creciente concentración de tierras en menos manos, según informa El Debate.
Uno de los principales factores que contribuyen a este cambio es la creciente participación de los fondos de inversión en el sector, lo que representa una amenaza para el modelo tradicional de pequeños y medianos agricultores. Datos del Ministerio de Agricultura muestran que un 6,6% de las sociedades jurídicas controlan el 42% de la producción generada en el campo español, consolidando una estructura cada vez más desigual.
Además, la excesiva regulación impuesta por normativas europeas como el Pacto Verde han limitado la capacidad de producción y han fomentado la competencia desleal con países vecinos como Marruecos, que no están sometidos a estas directrices.
El informe de 2024 de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag) advierte que los datos macroeconómicos sobre la Renta Agraria, que ha aumentado un 1,17% de cara a 2025, ocultan una preocupante erosión del poder adquisitivo de los agricultores. En los últimos 20 años, los costos de producción han subido un 92%, mientras que la renta agraria ha crecido sólo un 49%, lo que hace que la rentabilidad de las explotaciones familiares se vea severamente comprometida.
Entre 2020 y 2023, el número de explotaciones agrícolas en España se redujo un 12,4%, pasando de 895.055 a 784.141. En 2009, esta cifra rondaba el millón de negocios agrarios, lo que evidencia una tendencia descendente que pone en jaque la viabilidad del sector. Esta situación es atribuida a la presión constante de los precios a la baja y a la desregulación del mercado, que están facilitando la expansión de los grandes capitales en el campo.
El sector ganadero no ha sido ajeno a esta crisis, sufriendo una drástica reducción del 10,5% en el número de explotaciones entre 2020 y 2023, con un total de 144.939 negocios cerrados. Las especies más afectadas han sido el ganado caprino, con una reducción del 15,8 % en sus explotaciones y del 12,1% en el número de animales, seguido del ovino (-12,4% de explotaciones y -11,4% de ovejas) y la cría de conejos (-16,2% de explotaciones y -10,5% de ejemplares). La única excepción han sido las aves de corral, cuya producción ha crecido un 9,5% en este período.