Un análisis de PwC pone de manifiesto los desafíos económicos que enfrenta el parque nuclear español debido a la creciente presión fiscal. Según el informe, la carga impositiva soportada por las centrales nucleares ha experimentado un aumento del 56,76% desde la llegada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
En 2019, las centrales nucleares españolas asumían una carga fiscal de 999 millones de euros anuales, mientras que para 2025, esta carga ha escalado hasta los 1.566 millones de euros. Este incremento se debe a las políticas fiscales aplicadas al sector, marcadas por la introducción y el incremento de tributos y tasas medioambientales que afectan específicamente a las centrales nucleares.
Las centrales nucleares españolas enfrentan una carga fiscal que alcanza los 25 €/MWh, lo que representa entre un 35% y un 40% de su facturación anual. Sin embargo, los incrementos fiscales previstos podrían elevar esta proporción hasta un 50%, comprometiendo así la competitividad económica de esta fuente de energía.
En este contexto, la imposición de impuestos sobre los ingresos provenientes de la venta de electricidad y el combustible nuclear gastado han generado un profundo desequilibrio entre la estructura de ingresos y los costes convencionales de operación. Asimismo, la creciente presión fiscal sobre la producción de electricidad nuclear afecta directamente la competitividad del coste energético en España en comparación con otros países de la Unión Europea.