Los hogares con etiqueta energética ineficiente deberán destinar entre 10.000 y 20.000 euros para mejorar la eficiencia energética de su vivienda para cumplir con la normativa europea en esta materia, según se concluye de un estudio elaborado por el Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) con los datos de Sociedad de Tasación.
En España, tan sólo un 16,2% de las viviendas alquiladas tienen una calificación energética eficiente y el 83,8% de las restantes tienen una calificación energética considerada ineficiente. De estas últimas, el 62,3% se sitúan en el rango E, susceptible de mejorar y el 21,5% tiene una calificación de F o G, las menos eficientes de todas y más necesarias de rehabilitar, según urge la legislación europea.
La normativa europea obliga a disminuir el consumo energético del parque de viviendas residenciales en un 16% hasta 2030, un porcentaje que se eleva hasta en torno al 20% y el 22% para 2035. De igual manera, pide que el 55% de la reducción del consumo energético debe proceder de la renovación del 43% de los edificios menos eficientes.
Si se planteara una reducción del consumo de energía primaria de entre un 45% y un 60%, cada vivienda debería contar con un presupuesto estimado de 14.000 euros, mientras que para lograr un objetivo de reducción del consumo de energía primaria no renovable en un porcentaje superior al 60%, mejorando tanto el aislamiento como los sistemas de aerotermia, la inversión se estima en 22.000 euros.