Los inspectores de Hacienda han vuelto a advertir que establecer un cupo catalán traería graves consecuencias, afectando tanto la lucha contra el fraude fiscal como el funcionamiento de la Agencia Tributaria. El economista José María Pelaez afirma que este modelo «destrozaría el sistema tributario», además de no tener el respaldo necesario en la normativa vigente.
Anteriormente, la Asociación de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) ha expresado su rechazo absoluto a esta fórmula de financiamiento que surge del acuerdo entre el PSC y ERC, por el cual solicitan el control total de la gestión, liquidación, inspección y recaudación de impuestos en Cataluña. En este sentido, aseguran que el enfoque independentista es incomprensible, ya que pone en riesgo la unidad del sistema tributario y el modelo de financiamiento autonómico para satisfacer fines políticos de investidura.
Además, en una mesa redonda en Córdoba, el catedrático Ignacio Zubiri compartió su inquietud sobre un acuerdo que, en su opinión, se alcanzó sin la suficiente planificación y movido por intereses políticos inmediatos. Para Zubiri, las consecuencias a corto plazo del cupo catalán son potencialmente más graves que las de largo plazo, ya que su implementación podría ser irreversible.
Zubiri también señaló el impacto económico que podría implicar para el resto de España: «cada euro que gane Cataluña, será uno que pierdan las demás regiones, ya sea en impuestos o en gasto». De esta manera, calcula que, dependiendo de la implementación y la situación económica, Cataluña podría llegar a duplicar sus recursos, obteniendo entre 18 y 25 mil millones adicionales, que se obtendrían principalmente reduciendo su contribución al financiamiento del Estado.