La Agencia de la Vivienda de Cataluña ha publicado nuevos datos del precio medio del alquiler en Barcelona en el último trimestre del 2023 y la tendencia continúa siendo creciente: la media de alquileres se sitúa en 1178€, respecto a los 1123,56 del trimestre anterior.
Así pues, la media del precio del alquiler en Barcelona en el año 2023 queda en 1.136€, frente a los 1.026€ del 2022, un incremento del 10,7% en tan solo un año.
La media en Cataluña, también crece y se sitúa en 854 euros al mes en el cuarto trimestre. Así, en términos interanuales en el 2022 el precio medio sería de 779,84€ y de 835,22€ en el año 2023, es decir, un incremento del 7,1%.
Es necesario matizar, sin embargo, que estos precios se calculan sobre los alquileres firmados durante estos períodos, y no sobre la totalidad de contratos de alquiler vigentes (con precios mucho más bajos).
Cataluña recupera este mes el tope a los alquileres
El Ministerio de Vivienda del Gobierno de Sánchez publicará este viernes 15 de marzo en el BOE el índice de precios y la declaración de áreas tensas que se aplicará en la región, una de las medidas de la ley de vivienda aprobada por el Ejecutivo en abril.
Cataluña recuperará así un tope a los alquileres que ya tuvo en vigor durante un año y medio, aprobado en ese caso por el Parlamento catalán, y que el Tribunal Constitucional tumbó en marzo de 2022.
Este límite de las rentas provocó el efecto contrario al deseado, según se desprende del informe Los efectos de la limitación de precios de los alquileres en Cataluña, elaborado por Esade.
Este tope generó «un efecto a la baja en el precio del alquiler del 5% en las viviendas caras, y en contraste un aumento significativo en las viviendas más baratas». Por ello, del estudio se deduce que esta restricción benefició «principalmente a los hogares con mayor poder adquisitivo» y perjudicó a los de menor renta.
La medida que se publicará mañana en el BOE evitará que los arrendadores y rentistas no puedan incrementar los alquileres respecto a la renta anterior, ya sea en el caso de mantener los mismos inquilinos o en el caso de que haya un cambio de arrendatarios.
Además, establece un índice de precios que obligará a bajar el precio de los nuevos contratos en los pisos de grandes propietarios (cinco propiedades o más) si el alquiler actual está por encima del índice de precios y por otro lado, limitará el precio de los alquileres en las viviendas que no han sido alquiladas durante los últimos cinco años y no tienen una «última renta» de referencia.