Un ‘bréxit’ sin acuerdo (la salida del Reino Unido de la UE) haría perder a corto plazo como mínimo 80.000 empleos vinculados al turismo en Europa y, de ellos, al menos 25.000 en España, según las estimaciones del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, en inglés).
En dicho escenario, la destrucción de empleo vinculado al sector sería aún mayor en el propio Reino Unido, donde pondría en riesgo hasta 100.000 puestos de trabajo, ha asegurado la presidenta ejecutiva de WTTC, Gloria Guevara, en una entrevista en vísperas de Fitur.
Para Guevara está claro que este divorcio afectará de forma negativa no sólo al Reino Unido, sino al resto de Europa y, sobre todo, a destinos turísticos donde, como en España, los británicos suponen el mercado emisor más relevante, por lo que es «fundamental» que se redoblen los esfuerzos para alcanzar un acuerdo.
Si de repente los turistas ingleses tienen que pedir visados para viajar al resto de Europa y disponen de menos vuelos, optarán por otras regiones como Oriente Medio, El Caribe o Asia, que ya cuentan con ofertas «increíbles» desde Londres, lo que situaría a España en una desventaja competitiva.
A pesar de la incertidumbre que genera el ‘bréxit’, además de otros factores que puedan impactar negativamente en el turismo como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, los desastres naturales y su gestión o la adopción de los avances tecnológicos, Guevara augura, no obstante, que 2019 será un año turístico positivo a nivel mundial y también para España.
El ejercicio pasado también lo fue, con un 6 % más de viajeros a nivel nacional e internacional y un repunte del PIB turístico mundial superior al 4 %, por encima del de la economía (un 3,7 %, según las últimas estimaciones).
Para poder seguir obteniendo buenos resultados, hay que convertir todos los retos citados en «oportunidades», en lo que puede ayudar la próxima cumbre anual de WTTC, que se celebrará en abril en Sevilla, ha añadido.
A su juicio, el evento permitirá, además, impulsar el crecimiento del turismo de negocios en España que representa tan sólo un 12 % del total (un 88 % es de ocio) en términos de gasto turístico, frente a una media del 23 % en Europa.
En cambio, con una proporción del 44 % y el 56 % entre la demanda nacional y la internacional, respectivamente, España se sitúa por encima de la media europea (del 31 % y del 69 %).
En este sentido, llama la atención que en Francia, con más turistas extranjeros que España, la contribución del segmento internacional supone sólo un 28 %, lo que significa que nuestro país está haciendo un buen trabajo respecto al gasto turístico, ha agregado.
Guevara no tiene dudas de que 2019 será un año «muy positivo» para España y «mucho mejor» tanto en cantidad como en calidad que el pasado, en el que, en su opinión, el país aportó buenas cifras pese a la crisis política en Cataluña, cuyo impacto ha sido mucho mayor que el de los ataques terroristas de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils.
Aquel atentado estuvo muy bien gestionado y el destino se recuperó en apenas seis semanas y, sin embargo, la crisis política causó mucha más inestabilidad, que ha afectado especialmente al turismo de negocios, ya que algunas convenciones y viajes de incentivos se fueron a Grecia y Portugal o a otras regiones como América o Asia, en función del mercado emisor.
Cataluña aún no se ha recuperado al 100 % porque, además del tema político, es el lugar donde se acuñó el concepto de ‘turismofobia’ y, desafortunadamente, cuando se habla de este problema en cualquier parte del mundo se le asocia automáticamente con Barcelona, ha apuntado.
Es un asunto que hay que resolver, al igual que, a su juicio, España debe definir cuántos turistas quiere recibir, y de acuerdo a ello elaborar un plan conjunto entre Gobierno, sector privado y comunidades autónomas, «porque, tal vez, en Madrid o Barcelona tengan ya mucho turismo pero hay poblaciones que no lo tienen».
Para Guevara, es un riesgo apostar sólo por el segmento de alto nivel adquisitivo, al ser un nicho de mercado muy pequeño y que requiere inversiones muy costosas, por lo que anima a trabajar para romper la estacionalidad, tema en el que, por ejemplo, ha avanzado mucho Grecia, logrando en 2018 incrementos de dos dígitos en el turismo.